domingo, 22 de mayo de 2011

Componentes teóricos de la Arqueología cognitiva

La Arqueología cognitiva, al ser una rama de la Arqueología con pocos años de desarrollo, es muy poco conocida y utilizada como método interpretativo del registro arqueológico. Además, muchas veces sólo se explica dentro de la teoría y metodología arqueológica (casi siempre de paso y con poca profundidad teórica), estando ausente de la mayoría de los estudios arqueológicos habituales. Las causas son varias, destacando la complejidad de sus componentes teóricos (neurológicos, psicológicos, sociales y lingüísticos) que se escapan plenamente de los contenidos metodológicos de los estudios de Prehistoria. Igualmente, se aprecia la falta de unas conclusiones claras que poder llevar a la interpretación del registro arqueológico. Presenta muchas ideas, pero pocas formas metodológicas que puedan ser útiles al prehistoriador. Habría que destacar su amplia utilización en aquellos casos en los que el simbolismo es uno de los elementos principales de los datos arqueológicos. Destacan los estudios de las representaciones gráficas (mal llamado arte prehistórico, pues es arte para nosotros pero hay muchas dudas de que tal concepción existiera en aquella época), enterramientos con ajuares, los adornos personales, el uso de colorantes, etc.

Aunque parezca que representa una unidad de estudio teórico unificado, la realidad es que existen diversos enfoques y, por tanto, conclusiones diferentes respecto de la cognición humana y sus manifestaciones en el pasado. De sus problemas históricos ya hablé en una anterior entrada (Arqueología cognitiva). En la actualidad, con las ideas más seguras y desarrolladas, cualquier teoría cognitiva que aplicar a la Arqueología debe de tener en cuenta los siguientes condicionantes:

- La conducta humana siempre es la consecuencia de las capacidades cognitivas de sus creadores. Por tanto, su desarrollo debe pasar por cierto conocimiento y uso de las ciencias que estudian tales procesos (Neurología y Psicología).
 - Estas capacidades cognitivas son consecuencia de la evolución, lo que implica a la Genética y Biología evolutiva.
- Los seres humanos (en el pasado, presente y futuro) siempre han vivido dentro de sociedades, pues por sus propias características biológicas (larga infancia y adolescencia, y un aprendizaje lento) necesitan de su apoyo para la supervivencia y formación. Esto conlleva a explicar sus evoluciones contando con la Sociología y Demografía.
- La propia característica social indica la imperiosa necesidad de poseer un medio de comunicación idóneo (lenguaje). Esto justifica la inclusión de la Lingüística en el estudio de los seres humanos, aunque este sea de carácter histórico (sobre todo si es prehistórico, pues en este caso lo que se estudia no son sólo hechos concretos, sino la propia evolución cultural humana).
- Hay que considerar al registro arqueológico como un diario, más o menos preciso, de los acontecimientos ocurridos en ese periodo. Toda conclusión debe estar, de acuerdo, dentro de lo posible, con los datos arqueológicos actualmente conocidos. Si en el futuro, por medio de nuevos descubrimientos, se cambia las directrices arqueológicas, los datos aplicados de las ciencias relacionadas con la conducta humana deben de tener la suficiente flexibilidad teórica como para poder seguir respondiendo a las cuestiones del nuevo registro arqueológico, así como de mantener la concordancia de todos sus postulados. 


Creo que todos podemos estas más o menos de acuerdo con estas condiciones ¿Dónde radica la desigualdad teórica? Está claro que sólo puede deberse a las diferentes interpretaciones que de tales condiciones se establece dentro del marco teórico de cada orientación. En este contexto, hay una condición que todos debemos de exigir a cualquier método cognitivo: la unión interdisciplinar de los diferentes conceptos que nos ofrecen estas ciencias, no debe presentar oposiciones o ideas opuestas, pues en este caso alguna de ellas estaría equivocadas. La concordancia teórica debe de ser una condición imprescindible. No obstante, las ciencias que he mencionado pueden tener diferentes teorías explicativas de sus contenidos, lo que dificulta su utilización.

* Sobre la Biología evolutiva, que en apariencia pudiera ser donde más consenso pudiera haber, es donde se inicia la mayor diferenciación teórica. Por supuesto no radica en aceptar o no la teoría de la evolución, creo que todos (menos los creacionistas, y estos no entran en estas disquisiciones científicas) parecen estar de acuerdo, pero la realidad es que no es así. La disparidad radica sobre todo en la explicación genética y embriológica sobre los mecanismos de variación morfológica.

En este contexto, aparece la primera gran división teórica. Los que siguen el concepto de una evolución progresiva y adaptativa, por lo que todo cambio debe representar una ventaja adaptativa que haga que se mantenga generacionalmente. Mientras que otros, siguiendo más los criterios de la forma de los equilibrios puntuados, opinan que los cambios pueden ser más rápidos, no todos tienen por qué ser en principio adaptativos, y hay que considerar el valor adaptativo del conjunto de los cambios en el sujeto como individuo y como miembro de una sociedad que le va a apoyar. Este segundo dirección teórica explica muchas de las características conductuales humanas como mecanismos evolutivos de carácter exaptativo (psicológicamente podrían corresponder con las emergencias cognitivas). Aparte de las consideraciones teóricas a favor de una u otra orientación, creo que el registro arqueológico debe de decir algo sobre el desarrollo histórico de los cambios morfológicos y las variaciones culturales con mayor poder adaptativo (en teoría la causa de su triunfo sobre la selección natural). Expondré tres ejemplos:

+ Las primeras y algunas posteriores relaciones culturales con el Homo erectus son del Olduvaiense, siendo las del Achelense más recientes.
En Europa y el Próximo Oriente los neandertales durante el Paleolítico Medio estaban relacionados con el Musteriense y sus distintas variantes regionales, sin que ninguna de ellas ofreciera una aparente mejoría adaptativa o de supervivencia. En el inicio del Paleolítico Superior se produce una ruptura cultural entre sus diversas áreas de hábitat, apareciendo una diversidad cultural con cierto aspecto de mosaico. En algunas zonas existen conductas más elaboradas y con un claro aspecto simbólico, como puede observarse en el Chatelperroniense y Uluzziense, mientras que en otros lugares perduran las formas tradicionales del Musteriense, como puede comprobarse en diversas lugares de la Península Ibérica, tanto en el sur como en el norte.
+ Respecto a los humanos anatómicamente modernos conocemos que en África están asociados a diversas culturas englobadas en el MSA, con un desarrollo cultural que se parece más al Paleolítico Superior que al Musteriense, continuando su evolución cultural de carácter simbólico en el LSA. Con aparente independencia de este desarrollo cultural, durante el Paleolítico Medio del Próximo Oriente estaban asociados a un Musteriense levantino, exactamente igual que el desarrollado por los neandertales en las mismas zonas y sin ninguna ventaja conductual. Es en el inicio del Paleolítico Superior cuando observamos unas formas culturales (Auriñaciense arcaico) plenamente simbólicas o modernas.
Parece razonable reconocer que el inicio de una especie con unas determinadas capacidades cognitivas no es causa inmediata del desarrollo inmediato de las posibles conductas que tales capacidades posibilitarían, siendo con posterioridad y dependiendo de las características medioambientales cuando se produciría el cambio cultural.

* Sobre Neurología. Actualmente existe un consenso muy extendido entre los neurólogos sobre la realidad del cerebro humano. Este es concebido como un órgano con características muy dinámicas en su funcionalidad cerebral. Depende mucho de la información externa para su definitiva configuración, así como para su mantenimiento funcional (simbólico o no). Tanto es así, que la exclusión temporal de la entrada de estímulos sensoriales produce en pocos días unas graves alteraciones cognitivas. Al nacer es muy inmaduro, pero su definitiva organización funcional (psicológica y cultural) depende de la cualidad de los estímulos que recibe dentro de un periodo crítico. Estos mecanismos se correlacionan perfectamente con el modelo evolutivo de las exaltaciones, y explican, hasta cierto punto, las características del desarrollo cultural humano.

* Sobre la Psicología. En este apartado, también el diferente criterio evolutivo conlleva a diferentes direcciones científicas. La llamada psicología evolucionista es un claro exponente de una teoría opuesta al modelo que propongo (orientación psicobiológica). Hay que indicar que la Psicología es la ciencia que más nos puede aportar sobre la comprensión del desarrollo cultural y cognitivo humano, por lo que su estudio es muy importante.

 * Sobre la Sociología y Demografía. Las relaciones humanas siempre han pesado mucho en la explicación de la evolución cultural. Esta importancia afectaría a todos sus aspectos (desarrollo psicológico, lingüístico, socio cultural, tecnológico, etc.). Por tanto, aunque haya diversas opiniones sobre el mayor o menor peso de su actuación, todos coinciden en su importancia. Sin embargo, el inicio de la variación conductual si sería muy dependiente de la creación evolutiva de las capacidades cognitivas que pueden producirlo. No es lo mismo la existencia de unas capacidades cognitivas emergentes, que la lenta creación de estas capacidades dirigidas por la selección natural y actuando según sus posibilidades desde un principio.

* Sobre la Lingüística. Todos están de acuerdo en la importancia que el lenguaje ha tenido en la evolución cultural humana, pero no todos opinan lo mismo sobre la forma en la que este actuó.

Por tanto, cuando se habla de Arqueología cognitiva hay que intentar conocer que criterios evolutivos, psicobiológicos, sociales y lingüísticos plantea, pues los resultados variarían mucho en función de la elección de sus distintas opciones teóricas. La Arqueología cognitiva (orientación psicobiológica) que propongo creo que ya ha quedado ampliamente explicada en anteriores entradas. No obstante, creo que es necesario analizar las diferencias que plantean las teorías de Arqueología cognitiva planteadas en estos últimos años. 



jueves, 5 de mayo de 2011

Enterramientos neandertales en la Sima de las Palomas

En la Sima de Las Palomas (Torre Pacheco, Murcia. España) se han encontrado numerosos restos humanos que, por sus características, pueden representar el primer enterramiento neandertal del Mediterráneo. Pertenecen a un hombre, una mujer adultos y un pequeño de 10 años del que se desconoce el sexo. Los tres vivieron hace 50.000 años. El trabajo dirigido por Michael Walter (Universidad de Murcia) y publicado en la revista Quaternary Internacional explica el descubrimiento, que destaca por posibilidad de que se trate de un enterramiento intencionado (Walter et al. 2012). Las pruebas a favor de la inhumación son varias:

- Los tres esqueletos conservan aún huesos articulados, lo que indica que se depositaron juntos y no estuvieron expuestos mucho tiempo.
- Los esqueletos tenían los brazos flexionados de forma que las manos les llegaban hasta la cabeza, lo que podría indicar una colocación intencionada. La mujer, de la que se conserva el 85% del esqueleto, tiene las manos junto a la cabeza en una postura poco natural que recuerda a la de otros enterramientos neandertales. 
- Los tres cadáveres se encuentran debajo de varias piedras, las cuales podrían haber sido colocadas por otros congéneres. Sin embargo, al tratarse de un talud de bloques de piedra cementada es posible que pueda deberse a una caída, aunque no es lo más verosímil, según indican sus descubridores.
- Alrededor había herramientas y restos de comida (huesos quemados), aunque similares a los del resto del yacimiento.
- Se encontraron dos garras de pantera sin quemar, de difícil interpretación. 

Los autores apuntan la posibilidad de que se trata de un enterramiento intencionado, incluso de que haya podido existir cierto ritual simbólico en la inhumación. Aunque apuntan otra opción, como es que los tres cadáveres acabasen en esa disposición por accidente, tal vez tras resbalar y caer por una pendiente durante una tormenta, como reconoce el propio trabajo. Pero ofrecen un 70% de probabilidades de que todo esto sea intencionadoEste tipo de hallazgos nos plantean dos incertidumbres de muy difícil solución:

- La intencionalidad del enterramiento.
- La posibilidad de cierta correlación simbólica.

Sin embargo, estos planteamientos teóricos presentan la falta de medios adecuados para su análisis. En general, todo estudio sobre descubrimientos de tal índole se limita a una exposición de supuestos por parte de los descubridores y de los posteriores analistas. La ausencia de una metodología de estudio del simbolismo humano sólo puede aportar opiniones un tanto subjetivas, incluso intencionadas (según los propios intereses de los analistas, tanto a favor como en contra).

Se habla como una posibilidad de difícil aclaración, pero lo que en principio es sólo una posibilidad, los reiterados enunciados (cada vez más inclinados a uno u otro lado), junto con otros casos similares, va configurando una corriente de opinión con un importante componente subjetivo. Tal situación, en vez de facilitar el estudio lo más objetivo posible, va estableciendo opiniones encontradas cada vez más antagónicas, donde lo que parece que en realidad importa no es el conocimiento de la conducta del pasado, sino la confirmación de nuestras propias creencias.

En el intento de encontrar las formulas más idóneas de estudio para los datos arqueológicos que destacan por su ambigüedad interpretativa, se produce una notable falta de interés por las líneas de trabajo que no se alinean en uno u otro lado de las teorías más defendidas tradicionalmente, a pesar de la ausencia de una interpretación minimamente objetiva y fundamentada.

La Arqueología se ha desarrollado mucho en los últimos años, pero no se ha dotado de una teoría que matice y analice los datos referentes al simbolismo, ni ha reflexionado sobre su capacidad, por sí sola, de abordar la cuestión en toda su complejidad. Por ello frecuentemente se ha hecho una interpretación simplificadora de de este tipo de datos concretos y del proceso en general. Por tanto, parece necesario racionalizar el estudio del simbolismo humano y elaborar una teoría multidisciplinar para su análisis. Se trataría de formular hipótesis explicativas, desde formatos multidisciplinares, que no entren en contradicción con los datos fiables del registro arqueológico. 


En este punto. La Arqueología cognitiva creo que tiene un amplio campo que desarrollar, mostrar y difundir. Ya en anteriores ocasiones he matizado tales problemas (Los enterramientos del Paleolítico Medio), por lo que remito a estos spots a los interesados en el tema.

* RIVERA, A. (2002): “Arqueología cognitiva. Elaboración sobre un modelo psicobiológico sobre el origen y desarrollo de la conducta simbólica humana. Su aplicación en la transición del Paleolítico medio al superior”. Tesis doctoral inédita. Departamento de Prehistoria de la UNED, Madrid.
WALKER, M. J. LÓPEZ-MARTÍNEZ, M. V.; ORTEGA-RODRIGÁÑEZ, J.; HABER-URIARTE, M.; LÓPEZ-JIMENÉZ, A.; AVILÉS-FERNÁNDEZ, A.; POLO-CAMACHO, J, L.; CAMPILLO-BOJ, M.; GARCÍA-TORRES, J.; CARRIÓN GARCÍA, J. S.; SAN NICOLÁS-del TORO, M. y RODRÍGUEZ-ESTRELLA, T. (2012): “The excavation of buried articulated Neanderthal skeletons at Sima de las Palomas (Murcia, SE Spain)”. Quaternary International. 259: 7–21.