Que el cerebro es una consecuencia de
la evolución es un concepto ampliamente aceptado por la gran mayoría del mundo
científico y social. Pero cómo se realizó entraña unas cuestiones que aún no
están resueltas, pues desconocemos muchos de los mecanismos que intervinieron
en su desarrollo evolutivo.
La Arqueología ha seguido las formas más
tradicionales del darwinismo, es decir, cualquier mutación que produzca un
cambio anatómico debe de ser promovido o conservado por la selección natural,
al tener una mejora conductual o, por lo menos, ser en principio neutro. Así,
en cada cambio anatómico o conductual siempre se buscan las ventajas que
pudieron favorecer su perduración. Puede que uno de sus principales
inconvenientes de esta forma de ver a la evolución es el carácter independiente
de cada uno de estos cambios genéticos, ofreciendo un panorama teórico de
múltiples mutaciones que no se corresponde con los datos actuales de la
genética humana evolutiva (Psicología en Arqueología). Pero tal explicación es
muy cómoda, todo el mundo la entiende, se puede explicar en pocos minutos y
parece que con ella todos estaríamos contentos y satisfechos. El problema puede
ser que tal explicación, que en líneas generales y sin profundizar mucho es cierta,
no pueda aclarar muchas dudas y problemas teóricos que sobre el desarrollo de
la conducta humana en el paleolítico se nos plantean al interpretar los datos
arqueológicos.
Aunque se separe el estudio evolutivo
del cerebro del resto del cuerpo con fines didácticos, hay que tener en cuenta
que todos los cambios anatómicos y conductuales afectan al ser humano en su
conjunto. Pero no cabe la menor duda de que los mecanismos de cambio evolutivo
neurológicos son, en primera instancia, los responsables del origen ydesarrollo de nuestra conducta. Y sin embargo, poco hincapié se ha hecho sobre
este proceso evolutivo, pues ampliamente se acepta el uso cotidiano de la
evolución y se obvian explicaciones sobre los mecanismos neurológicos
evolucionados que van a regular la conducta en tos los tiempos históricos.
¿Cómo evolucionó el cerebro humano? y,
por tanto, ¿qué características funcionales tiene? Quién quiera conocer a fondo
tales cuestiones debe de intentar al menos conocer lo que las ciencias
dedicadas a tal fin (Biología evolutiva, Neurología, Psicología, etc.) están
desarrollando en la actualidad. Este sería el principal cometido de la Arqueología cognitiva, es decir,
conocer los mecanismos y la forma de producción de la evolución cognitiva, la
cual no es paralela a la evolución morfológica.
Conocemos que las áreas que más se han
expandido y que más repercusión tienen en el aumento de nuestras capacidades
cognitivas son las denominadas como de asociación (en especial las
terciarias). La forma embrionaria de este aumento del córtex parece que se ha
producido por las mutaciones de los genes reguladores de la corteza
cerebral. Sin poder profundizar mucho en este proceso, parece muy dudoso que el
cambio de estos genes (pocos y que solo cambian unas proteínas que van a
activar otros genes) tengan en su información codificada datos sobre la
formación de redes neuronales sobre todas las conductas humanas, aun que sea de
forma muy elemental. Hay que conocer otros datos psicobiológicos que nos
aclaren el problema, o nos indiquen que características generales tiene el
cerebro humano. Pondré varios ejemplos que nos pueden dar una idea general de
tal funcionamiento.
* Respecto de las áreas primarias, en
este caso motoras, tenemos un simple ejemplo sobre el origen de nuestra habilidosa
capacidad de movimiento. El primero sobre las áreas primarias cerebrales (Mora,
2002: 152):
¿Se nace sabiendo jugar al golf o pelar una patata? En ambos casos
se trata de lo que los fisiólogos llamamos acto motor voluntario, es decir,
aquel acto de conducta que conscientemente yo quiero realizar. En ambos casos
entran en juego varias áreas del cerebro y los ganglios basales. En estas
estructuras existen circuitos cuya integración temporal permite la ejecución de
todos estos tipos de actos motores que hemos venido en llamar voluntarios. En
estas estructuras que se graban los programas motores en los primeros años de
la vida gracias a un entrenamiento constante de prueba-error. En otras
palabras, se nace con la potenciabilidad de realizar un acto motor, como ya
hemos señalado, pero la posibilidad de su realización con precisión y ajuste
solo es posible gracias al aprendizaje motor.
* De la estructuración definitiva de las
áreas secundarias y terciarias (cognitivas y simbólicas) tenemos dos ejemplos:
- En el caso del aprendizaje aritmético, los seres
humanos se basan en una variedad de soportes materiales, incluyendo el contar
con los dedos, las cuentas y ábacos (De Cruz 2008). La existencia de cuentas y
calculadoras de por lo menos 30.000 años sugiere que esta práctica fue
fundamental para la cognición numérica humana. Este tipo de prácticas externas
tienen un impacto en neuronal diferente, así los chinos y los occidentales
tienen diferentes ubicaciones neuronales para de la aritmética. Una mayor
contribución de las áreas del lenguaje en los occidentales, resultado del
aprendizaje de memoria de hechos aritméticos, y una mayor participación del
área premotora en los hablantes chinos, presumiblemente como resultado de la
instrucción a través del cálculo del ábaco (Tang et al. 2006). En suma, a pesar de que la arquitectura de la corteza
parietal humana puede han facilitado la específica cognición numérica humana,
la dependencia de los humanos en la cultura material, instrucción, y la
práctica deliberada ha desempeñado un papel crucial para el desarrollo el
número mostrado en una tecnología cognitiva.
- Las experiencias tempranas establecen
una base para los aprendizajes posteriores. Se ha investigado si el mantenimiento
de las plantillas neurales formadas por la experiencia temprana del lenguaje
influye en el posterior procesamiento del lenguaje. Una exposición muy temprana
y breve a la lengua materna influye en cómo el cerebro procesará otro idioma
más adelante, aunque la primera lengua no se vuelva a hablar nunca más. Así, si
un niño chino es adoptado por una familia francesa a los 3 años y abandona su
lengua materna, tendrá un desarrollo neurológico y procesará otros idiomas de
forma diferente a como lo haría un niño francés. La primera lengua utilizada es
la que marca la forma posterior de aprendizaje de otras lenguas (Pierce, et al. 2015).
Estos ejemplos de la necesidad e
importancia de la interacción y aprendizaje sociocultural desde el mismo
nacimiento, junto con otros de estimulación sensorial primaria, nos indica la
gran plasticidad del cerebro y que sin un aprendizaje no hay desarrollo
de las capacidades cognitivas. Se
¿Cómo se interpreta desde la evolución?
Los datos que poseemos de las ciencias
que estudian a la evolución (desde los puntos de vista filogénica y
ontogénicamente) nos indican en la actualidad unos conceptos claves en la
producción de nuestras capacidades cognitivas. Son:
- Exaptación. En Biología se conoce como exaptación a la estructura de un
organismo que evoluciona
originalmente como un rasgo que provee
adaptación en unas determinadas condiciones. Con posterioridad, y una vez que
ya está consolidada (generalmente, varios millones de años después) comienza a
ser utilizado y perfeccionado para otra finalidad, en ocasiones no relacionada
en absoluto con su "propósito" original.
- Emergencia. Sobre la emergencia se entiende que el todo es más que la suma de las partes (Searle, 2000: 30).
Una
propiedad emergente de un sistema es una propiedad que se puede explicar
causalmente por la conducta de los elementos del sistema; pero no es una
propiedad de ninguno de los elementos individuales, y no puede explicar
simplemente como un agregado de las propiedades de estos elementos. La liquidez
del agua es un buen ejemplo: la conducta de las moléculas de H2O explica la
liquidez, pero las moléculas individuales no son líquidas.
- Co-evolución. A comienzos del siglo
XX, el término coevolución se refiere a la modificación recíproca
que dentro de los organismos de una misma especie (coevolución intraespecífica) se causan entre sí sus diferentes sistemas
y aparatos (o conjunto de órganos) anatómicos o
fisiológicos, a lo largo de la evolución de dicha especie. Ello proviene de los
elementos que se combinarán posibilitando nuevas adaptaciones, no se establecen
todos de manera simultánea. Así, la adquisición o disposición inicial de un
sistema o aparato modificado pasa a influir sobre los otros ya presentes en el
organismo, todos los cuales evolucionarán en
conjunto posibilitando nuevas adaptaciones, y el proceso que
consiste en esta mutua influencia es asimismo conceptuado coevolución.
Conclusiones
El origen de los procesos cognitivos
humanos (autoconciencia, lenguaje, etc.) se pueden explicar mejor por medio de
mecanismos de exaptación evolutiva (sobre todo la expansión de
las áreas asociativas del córtex), manifestándose como una capacidades
cognitivas emergentes que aparece después de realizados los cambios
neurológicos que lo posibilitan, pero que no fueron creados evolutivamente para
tal fin (Gould y Lewontin, 1984; Schlaug et al. 1994). La manifestación
y desarrollo de las capacidades cognitivas dependerían en gran medida de las
características medioambientales, siendo la base evolutiva elegida por la
Psicología cognitiva (procesamiento de la información). Como el gasto
energético del aumento del cerebro es importante, y el periodo de incapacitación
del recién nacido es cada vez mayor, hay que encontrar mecanismos sociales y
culturales que puedan subsanar estos problemas. La gran sociabilidad humana, el desarrollo
de la tecnología y la facilidad de la transmisión de la
información por medio del lenguaje parecen ser los avances que
permitieron a las primeras poblaciones humanas superar estos inconvenientes.
- De Cruz, H. (2008): An extended mind perspective on natural number representation. Philosophical
Psychology, 21, 475 - 490.
- Gould, S. J. y Lewontin, R. C. (1984), “The
spandrels of San Marco and the Panglossian paradigm: A critique of the
adaptationist programme”, pp. 252-270. En E. Sober (ed.), Conceptual Issues
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-
Mora, F. (2002): Cómo funciona el cerebro.
Alianza. Madrid.
- Pierce, L. J.; Chen, J-K.; Delcenserie, A.; Genesee F.
y Klein, D. (2015): Past experience shapes ongoing neural patterns for
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- Rakic, P. (1995): “Evolution of neocortical parcellation: the
perspective from experimental neuroembryology”. En Origins of the human
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- Schlaug G.;
Knorr, U. y Seitz R. J. (1994), Inter-subject variability of cerebral
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Searle, J.
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- Tang, Y.; W. Zhang; K. Chen; S. Feng; Y. Ji; J.
Shen; E. Reiman y Y. Liu. (2006): Arithmetic processing in the brain shaped by
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