domingo, 10 de septiembre de 2017

La conducta simbólica en el Gravetiense

Aunque pueda concebirse el arte del Paleolítico superior como una entidad gráfica y social con unas características comunes que se desarrollaron hasta su rápida desaparición en el comienzo del Holoceno, lo cierto es que presenta numerosas particularidades que defines a cada periodo como entidades simbólicas, sociales y gráficas con entidad propia. Sin embargo, no hay que olvidad que toda la actividad humana corresponde a un continuum heterogéneo en el tiempo y la geografía donde se desarrolla. Por tanto, el Gravetiense, situado cronológicamente entre el Auriñaciense y el Solutrense, debe de presentar algunas relaciones de continuidad o de ruptura, que siempre hay que analizar en todos sus aspectos (social, gráfico, simbólico, tecnológico, etc.).

Características cognitivas y culturales

En este periodo se asume, como es conocido en las poblaciones humanas del Paleolítico superior, que tenían un nivel de autoconciencia (Autoconciencia yArqueología) considerado como moderno en sus conceptos de individualidad social y/o personal, del tiempo y del espacio. Sin embargo, el origen del Gravetiense se considera, por datos cronológicos y genéticos, que tiene un origen asiático, de donde se expandieron hacia el oeste europeo (Semino et al. 2000; Wells 2002). Es decir, en el inicio del Gravetiense se produce una intromisión cultural de poblaciones humanas provenientes de Asia, con características simbólicas propias y diferentes.

Se produce un proceso cognitivo-simbólico que ha sido muy pocas veces estudiado, pero del que hay muy pocas dudas sobre su realización. Tal hecho se deduce de la interconexión social y demográfica de dos grupos poblacionales de diferentes contenidos simbólicos, si tenemos en cuenta sus diferentes manifestaciones gráficas y sociales que conocemos.

I. – Continuidad simbólica de tradición auriñaciense
Del Auriñaciense conocemos sus importantes manifestaciones gráficas, tanto del interior como del exterior de las cuevas, que representan el inicio de un simbolismo muy particular en Europa, pero que de formas más o menos similares se produjo en numerosos lugares del mundo habitado de la época (Inicio del arte paleolítico). Destacan por su particular simbolismo y significado los teriántropos (Teriántroposauriñacienses), conductas que de algún modo continuaron a lo largo de todo el Paleolítico superior.

Según los datos arqueológicos conocidos en la actualidad, en este periodo los teriántropos casi desaparecen, pues solo se conocen muy pocos datos al respecto, y aún así con dudas sobre su correcta ubicación cultural y cronológica. Teniendo en cuenta la limitada pero manifiesta serie de teriántropos del Auriñaciense, y el paulatino desarrollo de este tipo de iconografía en los periodos posteriores, parece raro que su desaparición arqueológica se deba a los múltiples procesos de destrucción o de limitación de descubrimientos muy relacionados consecuencia del azar. Habría que valorar el aumento de la producción de manos solitarias y posiblemente máscaras (Castillo, Altamira, Candamo, etc.) en el interior de las cavidades como sustitutos, al menos en parte de su simbolismo, de las manifestaciones gráficas de los teriántropos.

- En Pech-Merle podría darse un teriántropo conla parte superior de un mamut. Su iconografía es dudosa, asignándose a este grupo de manifestaciones por la postura bípeda y las piernas humanas que parece tener. Se desconoce su sexo y está situado en el interior de la cavidad, relacionándose con otras figuras de animales (mamuts, uros, caballos y puntos rojos). Es difícil su ubicación temporal, pues parece que pueden corresponder a tres periodos (Gravetiense, Solutrense y Magdaleniense). En la cueva existe una datación directa mediante carbono 14 de uno de los caballos con puntos bajo manos negativas, que lo sitúa en el 24640±390 B.P. (Lorblanchet, 1995). Sin embargo, la relación cronológica de la figura no está establecida, siendo probable que sea Solutrense (Bahn y Vertud, 1997), lo que estaría más de acuerdo con su asociación con otros animales.

- La cabeza de bisonte humanizada de Peña de Candamo (Fig. 2), que recientemente se le ha atribuido una cronología de 22.500 BP, lo que la situaría al final del Gravetiense (Corchón et al. 2014).

Teriántropos de Peña Candamo
II. Nuevas manifestaciones simbólicas foráneas
Tenemos dos manifestaciones simbólicas foráneas que no se conocían en el Auriñaciense y, que a partir del inicio del Gravetiense, van a ser frecuentes en Europa del oeste.

- Las venus gravetienses se distribuyen por toda Europa al comienzo del periodo, salvo en la Península Ibérica donde no se ha encontrado ninguna. La situación no deja de ser algo extraña, pues la tecnología gravetiense si sustituye a la auriñaciense en todo el occidente europeo.

- Con los enterramientos pasa algo parecido, pues si en el Auriñaciense no se conocen ningún enterramiento en Europa, la situación cambia radicalmente con el desarrollo del Gravetiense, hacia 30.000 BP. abundan en Europa central y oriental, siendo menos en la parte occidental. En Francia están presente pero son más escasos (Combe Capelle, Abrí Pataud). En la Península Ibérica casi no existen, aunque hay excepciones: los dudosos yacimientos Malladetes (Valencia) y Reclau Viver (Girona), y el más claro de Lagar Velho (23920±220 B.P.) donde se ha encontrado un verdadero enterramiento (Zilhâo y Trinkaus 2002). En el Gravetiense se constatan unos 70 individuos de un total de 162 en el Paleolítico superior. El mayor número de restos se concentra entre los Pirineos y el Loira (63), coincidiendo con áreas con la presencia de venus y de arte paleolítico, y de Italia, Alpes y Sicilia (45) sin arte paleolítico (Cintas Peña, 2014).

Su distribución geográfica
 
Distribución de teriántropos: Auriñacienses (1-6). Posibles Gravetienses (10-11)

La distribución geográfica de estas manifestaciones en este periodo sufre alteraciones muy interesantes. El arte paleolítico en cuevas se desplaza hacia el oeste de Francia y la Península Ibérica, abandonando definitivamente las aéreas de Alemania e Italia, mientras que las venus paleolíticas se distribuyen por toda Europa menos en la Península Ibérica. Los enterramientos van escaseando según nos desplazamos hacia el oeste.


 Los datos arqueológicos

Indican dos tendencias generales. Una del Gravetiense con sus venus y enterramientos con ajuar, siendo soluciones de esta población a las mismas preguntas (estados de conciencia alterados y/o procesos de la naturaleza inexplicables) y realizadas en distintos lugares. Otra, la tradición del Auriñaciense que quedaría patente con la continuidad del arte paleolítico, su mayor introducción en el interior de las cuevas y su continuación al aire libre, aunque con cierta limitación en su producción. Sin embargo, los teriántropos son muy poco significativos.


Conclusiones del Gravetiense

Las soluciones a los problemas generados por la emergencia cognitiva de la autoconciencia a niveles adecuados generados en el Auriñaciense (arte paleolítico en el interior de las cuevas con teriántropos), pudieron perdurar durante el Gravetiense con posibles cambios, consecuencia de la llegada de otros humanos con otras creaciones espirituales. Aparecen varias preguntas: ¿Qué pudo significar la introducción con el Gravetiense de los enterramientos con ajuar y las venus (de aparente carácter maternal y/o fecundador) dentro de las conductas espirituales o numínicas de los auriñacienses? Solo hay tres respuestas:

* Integración espiritual y/o religiosa.
* Independencia de costumbres.
* Mezcla heterogénea y nueva síntesis simbólica.

Lo cierto es que se aprecia una continuidad y avance de las costumbres iniciadas en el Auriñaciense, aunque existen salvedades y novedades importantes:
- Notable disminución de la representación de animales peligrosos, sobre todo los felinos.
- Disminución importante de los teriántropos tal y como se vieron en el Auriñaciense.
- Desplazamiento del arte paleolítico hacia el oeste europeo, abandonando importantes áreas utilizadas en el periodo anterior (Alemania, Italia y algunas zonas de Francia).
- Cambio o desarrollo de nuevos temas gráficos (manos, vulvas, máscaras, figuras femeninas, signos), con significados aún no esclarecidos.
- Aparición de nuevas conductas simbólicas (Venus y enterramientos con ajuar).
- Expansión geográfica irregular de las costumbres gravetienses, que no llegan a la Península Ibérica (venus paleolíticas), o lo hacen muy raramente (enterramientos con ajuar).

Desarrollo de nuevas manifestaciones gráficas

Se producen o se desarrollan nuevas manifestaciones gráficas que pueden llevar nuevos simbolismos. Una muy importante es el desarrollo de la parte por el todo, como adaptación gráfica de las nuevas simbologías (venus por vulvas) o nuevas expresiones gráficas del mismo simbolismo (manos, máscaras por teriántropos). Igualmente se produce un desarrollo importante de los signos, cuyo significado es aún más complejo de analizar, pero que muchos de ellos estarían en relación con las muestras gráficas naturalistas.

Mano aislada de Gargas
* Con antecedentes en el Auriñaciense, es en este periodo donde se desarrollan ampliamente las manos, máscaras (parte) en posible representación del (todo: teriomorfos). Su significación puede aclarar el importante declive de los teriántropos al ser estos representados por las manos aisladas en el interior de las cavidades.

* Las vulvas (parte) del cuerpo femenino en general que podrían ser las venus (todo). La falta de venus paleolíticas  coincide más o menos con la existencia de figuras de vulvas en el interior de la cueva. Podría tratar se de un reemplazo o adaptación del significado de las venus a las costumbres del arte paleolítico.

Siluetas femeninas y vulvas de Tito Bustillo 
* Y posiblemente signos no estudiados, aún más difícil de realizar, pues algunos podrían estar directamente relacionados con los anteriores procesos.

 Conclusiones

Establecer conclusiones no es fácil, siendo mejor establecer hipótesis de trabajo sobre las que hay que incidir profundizando en las formas que la Arqueología cognitiva (Estructuralismo funcional) ha establecido. En este contexto hipotético se pueden adelantar las siguientes deducciones:

1.- Lo cierto es que a partir del Gravetiense la continuidad y desarrollo del arte paleolítico es un hecho contratado arqueológicamente, apreciándose un importante aumento en su producción y en su introducción dentro de las cuevas.

2.- Puede apreciarse un heterogéneo aumento del naturalismo y de perfección gráfica que permiten mantener en vigor el sistema estilístico de Leroi-Gourhan para la cronología del arte prehistórico, aunque con salvedades que hay que buscar y analizar.

3.- En el desarrollo del Gravetiense conocemos dos conceptos espirituales/religiosos contemporáneos. Ambas puedan ser diferentes respuestas a los mismos o parecidos problemas espirituales/religiosos, aunque con manifestaciones distintas.

4.- Su integración geográfica y temporal no fue homogénea, pues se aprecia dos áreas europeas con diferentes conductas espirituales.

- Península Ibérica. Con limitación y/o ausencia de enterramientos y venus. Perduración y aumento lo iniciado en al Auriñaciense. Incremento de los temas sexuales (reproducción, rito o sexo) en el interior de las cuevas. Desconocimiento  de  teriántropos en esta zona y periodo salvo el dudoso de Peña Candamo. Mayor presencia de manos solitarias pueden ser un buen sustituto del simbolismo que representan (control, relación y conocimiento del mundo onírico adquirido con la autoconciencia y representado en el interior de las cavidades). Los animales representados comienzan a ser los tradicionales, donde los peligrosos pierden el protagonismo visto en el Auriñaciense.

- En Francia proliferan los enterramientos y la producción de venus en clara oposición a lo visto en el Cantábrico. Igualmente, no tenemos constancia clara de teriántropos, salvo el caso dudoso de Pech-Merle, pero la proliferación de manos en notoria, sobre todo en Lot (Merveilles, Rocuadour, Pech-Merle y Fieux), los Pirineos (Gargas y Tibiran), siendo este periodo en el que prácticamente se realizaron todas las conocidas (González Sainz, 1999). Las muestras de arte paleolítico se van introduciendo en el interior de las cuevas, aunque es muy difícil establecer separaciones cronológicas entre el Auriñaciense o el Gravetiense. Representan una fauna variada (caballos, mamuts, cápridos, cérvidos, bisontes, etc.) notándose la ausencia de los felinos.


- BAHN, P, y J. VERTUD, (1997): Journey Through the Ice Age. London: Weidenfeld and Nicolson. INST ARCH BC 300 Qto BAH.
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- LORBLANCHET, M. (1995): Les grottes ornées de la Préhistoire. Nouveaux regards. Paris.
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