El estudio de estas conductas en el Paleolítico, además de tener en cuenta lo dicho en los dos anteriores pots, debe de seguir unas pautas generales de estudio. Estas condiciones, que en otros periodos históricos puede que no sean tan necesarias, se deba a varios factores. Primero, la escasez de datos existente, por lo que hay que aprovechar todo aquello que nos pueda ofrecer información sobre el proceso de desarrollo cognitivo, cultural y simbólico. Segundo, estamos analizando periodos de cambio cultural que se producen en milenios, por lo que deben de existir importantes periodos intermedios de desarrollo, dentro del característico continuum de nuestra evolución conductual. Tercero, el cambio que significa el simbolismo no puede considerarse como un simple avance cultural o conductual, pues la conducta realizada por medio de los parámetros del simbolismo supone el avance más importante de la Humanidad en toda la historia del linaje humano. Que una población tenga una tecnología lítica más desarrollada (p. e. Uso de láminas) que otra población cercana (de la misma especie) supone un cambio importante, pero no trascendental. Sin embargo, que existan diferencias en el desarrollo simbólico si supone una importantísima diferencia conductual, pues el simbolismo significa conductas personales y sociales elaboradas dentro de los conceptos avanzados del tiempo y del espacio, lo que ofrece pautas de supervivencia, adaptación ambiental y desarrollo social tremendas. Cuarto, no confundir capacidad cognitiva con una automática plasmación conductual de sus posibilidades. Por tanto hay que tener en cuenta lo siguiente:
- Representatividad poblacional y cultural. Se pretende evitar los posibles sesgos ocasionados por el estudio de poblaciones muy restringidas (sólo algunos yacimientos), o de formas culturales que no representen a toda la población. El conocimiento de avances cognitivos y culturales por determinadas poblaciones sólo indica el desarrollo cognitivo de estos grupos, no el de toda la especie en ese momento histórico. Es la consecuencia de la acumulación cultural, emergencia y necesidad de un medioambiente adecuado para todo desarrollo cultural y simbólico (culturas en mosaico).
- Para estudiar una conducta es preciso racionalizar la estructura cognitiva y social que la produce. Es decir, hay que analizar los componentes básicos y fundamentales del simbolismo, que actuando en estrecha interrelación van a posibilitar su emergencia (Individualidad personal / social, el tiempo y el espacio).
- Objetividad en el estudio. La subjetividad puede disminuir aplicando el mayor número de ciencias tengan relación con el estudio de la conducta humana (la conducta vista desde un prisma psicológico, neurológico, social, lingüístico y evolutivo), y no sólo meramente arqueológico. Se crea así un concepto multidisciplinar sobre el origen y desarrollo de la cultura y simbolismo humano, como pretende ser la Arqueología cognitiva que expongo.
- Uso exclusivo de los datos del registro arqueológico, evitando toda interpretación subjetiva sobre posibilidades no observadas, que conducen a una generalización cognitiva y conductual (simbolismo). Por supuesto, si aparecieran nuevos datos arqueológicos, tanto directos como indirectos, tendrían que incorporarse. Por tanto, hay que rastrear su grado de desarrollo cognitivo de naturaleza simbólica, desde los componentes más elementales a los más elaborados, admitiendo la heterogeneidad temporal y espacial de su origen y desarrollo.
- El lenguaje sería la línea que marcaría la evolución de la conducta humana (arcaico, primitivo, moderno y trascendente), pues en él se inician y desarrollan las características de acumulación y emergencia simbólica.
Con estas consideraciones se pretende tener en cuenta que el desarrollo cognitivo, causa de toda evolución cultural, depende de las características del medio en el que viva dicha población (no de la simple existencia de sus capacidades cognitivas). Así, las culturas no suelen ser totalmente homogéneas en el tiempo y en el espacio (continuum heterogéneo), por lo que la asimilación de un yacimiento a una determinada cultura (p. e. Chatelperroniense, Auriñaciense) no puede significar automáticamente que hubieran alcanzado el simbolismo moderno que pueda atribuirse a otros yacimientos de la misma cultura pero con una conducta derivada del simbolismo (reflexiva y racional) y característica del Paleolítico Superior.
No hay comentarios:
Publicar un comentario