Uno de los problemas que más polémica ha suscitado en la compleja transición del Paleolítico Medio al Superior en Europa es la desaparición del Neandertal. Naturalmente, tal proceso sería la consecuencia de lo ocurrido en dicha transición, en la que las dos poblaciones (neandertales y HAM) tuvieron que convivir varios milenios.
Conocemos que ambas poblaciones compartieron la misma área geográfica (Europa) durante el inicio del Paleolítico Superior. También, que a partir del comienzo de esta relación es cuando se producen y consolidan las conductas simbólicas propias de este periodo. Esto nos hace pensar que la relación, de carácter logístico, demográfico y cognitivo, debió tener un peso específico en los cambios observados en los yacimientos arqueológicos, y muy posiblemente en la desaparición de los neandertales europeos.
Existen numerosas teorías sobre su desaparición (enfermedades, genocidio, cruce biológico y unificación de poblaciones, diferentes capacidades cognitivas con distintas posibilidades de adaptación a los duros cambios climáticos del momento, diferente sociabilidad con aislamiento poblacional, etc.). El mayor problema que plantean todas estas posibilidades es la falta de fundamento científico que ofrezca fiabilidad a una o unas y deseche las demás. Además, es posible que la causa no sea una sola, sino la suma de varias, o que en diversas áreas geográficas se deban a procesos diferentes.
El registro arqueológico nos informa que la desaparición del Neandertal tuvo lugar varios milenios después del inicio del Paleolítico Superior, aunque esta desaparición cada vez se está ubicando en periodos más recientes, pues en diversas zonas de la Península Ibérica tenemos conocimiento de su permanencia sobre el 30.000 BP, incluso más recientes aún (Finlayson et al., 2006; Maroto et al., 2005). Igualmente, la variedad de relaciones que observamos entre ambas poblaciones varía desde una marginación completa, hasta un desarrollo cognitivo de diferente nivel, pero con un simbolismo claramente manifestado en los yacimientos del Chatelperroniense, Uluzziense y Auriñaciense arcaico. En la mitad sur de la Península Ibérica, conocemos una total ausencia del Auriñaciense hasta unas fechas posteriores a la desaparición del Musteriense, el cual perdura hasta fechas muy recientes (28/24.000 BP). Estos recientes datos se han obtenido por los estudios realizados en el yacimiento de Gorham´s Cave (Gibraltar), donde se apunta que la desaparición de los neandertales en esta zona pudo deberse a un agotamiento genético consecuencia de su prolongada endogamia, y no a la presión de los humanos modernos que llegaron a esta área varios milenios después (Finlayson et al., 2006). En el estudio sobre su desaparición es necesario resaltar una serie de factores muy relacionados con la valoración de su propia adaptabilidad y capacidad de supervivencia, que deben estar en relación con su propia capacidad física y su nivel de desarrollo cognitivo:
- Es fácil aceptar una mejor adaptación biológica de los neandertales a climas fríos de Europa, donde llevaban viviendo más de 100.000 años. Mientras que los humanos modernos, provenientes de climas templados y cálidos, estarían en peores condiciones de adaptabilidad fuera de sus habituales hábitats.
- Existe una mayor fortaleza física en los neandertales, lo que marcaría la relación de éstos con los humanos modernos respecto de posibles imposiciones conductuales o de competencia en la explotación logística del territorio.
- Mejor conocimiento del territorio europeo, con formas adaptativas ya desarrolladas por parte de los neandertales, frente a la incertidumbre que debieron tener las poblaciones modernas, al menos en el inicio de su expansión a Europa.
A pesar de todas estas ventajas selectivas que, en apariencia, darían una mayor capacidad de adaptación y de supervivencia a los neandertales en su larga convivencia con los humanos anatómicamente modernos (aproximadamente unos 10.000 años), estos últimos lograron imponerse hasta la total desaparición de las poblaciones autóctonas de Europa.
Las causas más llamativas (enfermedades, genocidio, cruce biológico y unificación de poblaciones) son muy difíciles de sostener en la actualidad. Ninguna enfermedad con efectos mortales para una población, al menos por sí sola, puede durar miles de años sin exterminar totalmente a dicha población, al menos que ésta se mantenga muy aislada geográficamente, lo que arqueológicamente no es cierto. La muerte violenta por parte de los invasores modernos carece totalmente de fundamento arqueológico, a parte de que reproduce conductas violentas actuales que desconocemos cuando pudieron comenzar. El cruce biológico parece que con los actuales estudios de ADN no se produjeron, o como mucho se realizó en una proporción muy poco significativa.La desaparición del neandertal presenta unas característica conductuales que siempre hay que tener en cuenta:
- La convivencia de la dos poblaciones fue muy prolongada (varios milenios) por lo que sin duda tendría un carácter paulatino, aunque heterogéneo dependiendo de las diversas áreas geográficas europeas.
- El origen de este complejo proceso demográfico no tiene por qué ser único, pues es mucho más lógico que fuera el resultado de la suma de varias causas, que al sumar su acción, o al producirse en un determinado momento, desencadenarían o acelerarían los motivos de tal desenlace.
- El proceso, quizás por su propia complejidad y variedad de causas, no tuvo por qué ser el mismo en las áreas geográficas de Europa. Esto obliga a definir zonas y sus posibles causas.
- No cabe duda que tal proceso estaría relacionado con la presencia de los HAM, ya sea en las mismas o en zonas próximas de la Europa del momento.
- Las causas más probables, sobre las que hay que establecer en cada lugar geográfico cuales actuaron, pueden agruparse en dos grandes apartados: las características medioambientales (climáticas, disponibilidad de alimentos, comunicaciones con otras áreas vecinas, cualquier otra causa relacionada con el medio físico). Las causas relacionadas con las características cognitivas y conductuales de las dos poblaciones (rapidez de respuestas, sociabilidad, flexibilidad conductual a los cambios ambientales y sociales, reconocimiento de los problemas demográficos y de supervivencia).
Diferentes registros de los núcleos de hielo de Groenlandia. Existe disparidad cronológica entre ellos que no siempre se toma en cuenta. ¿Cuál es el registro más idóneo?
Estas características ambientales adquieren especial importancia, si tenemos en cuenta los cambios importantes y peculiares que durante este periodo el clima ofreció, tanto por la oscilación en el cambio de temperatura como por la rapidez en su ritmo de alternancia, lo que puede verse en los registros de los núcleos de hielo de Groenlandia (GISP2, GRIP) (Rivera, 2004). Naturalmente, aunque ofrezcan una idea general de cambio climático, cada zona en particular tendría su propio clima, el cual en determinadas áreas, pudo presentas aspectos muy determinados que se escapan de la generalidad (microclimas). Esto obliga a concretar más aun cada área poblada por los neandertales y de donde desaparecieron. También hay que tener en cuenta las dificultades geográficas de acceso a otras áreas pobladas por neandertales, pues el aislamiento poblacional por estas causas en un proceso comprobado a lo largo de toda nuestra historia.
Es en las características cognitivas y conductuales donde más discusión se ha planteado. No cabe duda de que las causas que ofrecen un mejor nivel de adaptación, no pueden limitarse a los aspectos simplemente anatómicos ni del medio ambiente, sino que hay que añadir los aspectos cognitivos, los cuales pudieron ser diferentes entre ambas poblaciones.
Sin embargo, pocos estudios se han realizado para analizar lo más objetivamente posible, la cognición de las dos poblaciones europeas de la transición. En este sentido, hay que señalar los trabajos de la Arqueología cognitiva (orientación psicobiológica) sobre este particular tema. En ellos, se indica que a pesar de que los neandertales tuvieran un buen nivel en sus capacidades cognitivas en general, debieron ser menores o presentar una diferente organización respecto de las que poseían los humanos modernos, lo que ofrecía cierta limitación en el desarrollo de las funciones ejecutivas (sociales y simbólicas), creativas, de motivación y emergentes, con su consecuente menor adaptabilidad (Rivera, 2008, 2008a).
Teniendo en cuenta la interconexión funcional de todas las capacidades cognitivas, el resultado sería, en comparación con los humanos modernos, una manifestación cultural marcada por la menor flexibilidad conductual, lo que supone una disminuida rapidez de respuesta o adaptabilidad a los cambios climáticos, sociales y demográficos del inicio del Paleolítico Superior. Los aspectos sociales de los grupos de neandertales presentaban una menor complejidad y estructuración (Gamble, 2001), así como cierto aislamiento cultural y geográfico. La consecuente fragmentación social, con grupos más pequeños y más aislados social y geográficamente, produjo una menor viabilidad demográfica, al disminuir su capacidad de reproducción por el aislamiento y aumento de las dificultades de supervivencia. Al elevar su tasa de mortalidad infantil y disminuir su longevidad, en el transcurso de unos milenios se limitaría su permanencia demográfica. El aumento de la tasa de mortalidad infantil de tan sólo un 2%, justificaría su extinción en unos 1000 años (Zubrow, 1989).
Lo cierto es, que en los yacimientos del Auriñaciense se produce un gradual y continuo aumento de la población de los humanos anatómicamente modernos, con el consiguiente aumento de competición entre las dos poblaciones sobre la ocupación y explotación de las zonas con intereses económicos. La causa de la mayor capacidad competitiva de los humanos modernos, se basa en la posesión de una tecnología más compleja, así como de la creación de modelos más estructurados de organización social y de comunicación, confiriendo a sus poseedores una eficacia adaptativa mucho mayor. Todo esto, produjo una inevitable situación de competición con los neandertales, cuyo resultado pudo ser una gradual contracción de sus poblaciones a zonas más limitadas en todo el continente. En definitiva, la presión ambiental, tanto climática como la demográfica que representaba la presencia de un nuevo y diferente grupo humano (competencia logística y demográfica), junto con sus propias características cognitivas (menor flexibilidad conductual o capacidad de adaptación), serían los motivos que, tras el largo periodo de convivencia, les llevaría a su desaparición en la mayor parte de Europa. En áreas donde el Auriñaciense llegó con posterioridad a su desaparición (p. e. sur de la península Ibérica), las causas hay que atribuirlas al agotamiento genético consecuencia de su prolongada endogamia, a la presión climática, a la falta de flexibilidad conductual para adaptarse a las nuevas situaciones, y falta de previsión sobre los problemas anteriores. No hay que olvidar que los HAM, en esas mismas áreas y en condiciones geográficas y climáticas semejantes, no sólo sobrevivieron sino que se adaptaron permanentemente.
Por tanto, y tras centrarnos en su conducta como manifestación visible de sus propias capacidades, la causa más probable de su desaparición puede residir en la existencia de un nivel de respuesta menor y/o menos rápida a los cambios sociales, demográficos y medioambientales que se presentaron durante el período de convivencia común, en comparación con las capacidades que presentaban los humanos modernos.
* FINLAYSON, C. et al. (2006): Late survival of Neanderthals at the southernmost extreme of Europe. Nature, 443:850-853.
* GAMBLE, C. (2001): Las sociedades paleolíticas de Europa. Ariel. Barcelona.
* MAROTO, J.; VAQUERO, M.; ARRIZABALAGA, A.; BAENA, J.; CARRIÓN, E.; JORDÁ, J. F.; MARTINÓN, M.; MENÉNDEZ, M.; MONTES, R. y ROSELL, J. (2005): Problemática cronológica del final del Paleolítico Medio en el Norte Peninsular. Neandertales cantábricos. Estado de la Cuestión. El Paleolítico Medio cantábrico: hacia una revisión actualizada de su problemática Museo de Altamira. Monografías, 20: 101-114. Santander.
* RIVERA, A. (2004): Paleoclimatología y cronología del Würm reciente: Un intento de síntesis. Zephyrus. Vol. LVII: 27-53.
* RIVERA, A. (2008): “Relación entre Neandertales y Cromañones: un enfoque cognitivo”. Zephyrus, LXI.
* RIVERA, A. (2008a): “Cognición y conducta de neandertales y humanos modernos”. Revista Portuguesa de Arqueología. Vol. 11(1): 5-32.
* ZUBROW, E. (1989): The demographic modelling of Neanderthal extinction. En Mellars, P. y Stringer, C. (ed.): The Human Revolution Behavioural and Biological Perspectives in the Origins of Modern Humans. Edinburgh Univ. Press.
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