viernes, 11 de marzo de 2011

Antropofagia en el Paleolítico Medio

Otra forma de tratar el cadáver, aparte de los enterramientos o su simple abandono durante el Paleolítico Medio, consiste en su utilización como fuente alimenticia (antropofagia) o como ritual de unas creencias simbólicas de las que en este periodo nada podemos decir.

Se considerarán como signos de canibalismo a las señales de cortes en los huesos humanos, siendo semejantes a las que se aprecian en los huesos de animales, aunque existan algunas dudas sobre su producción en algunos casos (Orschiedt, 2008). En estos casos, existe un comportamiento homogéneo con los huesos de animales y humanos, pues se encuentran mezclados entre sí y con las herramientas líticas utilizadas. Lo que no sabemos es si esta practica se realizaba con individuos ya muertos o no. Parece plausible que en periodos de hambrunas estacionales (abundantes en periodos fríos), los neandertales se comerían a los miembros de su grupo social ya muertos, sería un canibalismo de supervivencia (Trinkaus et al. 2006). En estas prácticas destaca el yacimiento de Krapina, tradicionalmente utilizado como ejemplo de tal conducta, debido a la gran cantidad de huesos con estas características. Es característica de los yacimientos en los que se practicó la antropofagia, encontrar un mayor número de huesos pertenece a niños. Tal es el caso de Krapina, donde un 64% de los restos son infantiles (Montet-White, 1996: 62-65). Sin embargo, y con los datos de la etnología comparada, en el canibalismo ritual se suelen despedazar y descarnar cadáveres, pero que pocas veces son consumidos, siendo preciso investigar el tratamiento o disposición especial que sugiera algún ritual.

En el paleolítico los yacimientos relacionados con esta conducta como opción de desaparición del cadáver se limitan a 11. Como método de hacer desaparecer el cadáver presenta una representación muy escasa, y está mucho pero documentada. Si añadimos las recientes críticas que relacionan la producción de las señales óseas con alteraciones postdeposicionales e inhumaciones secundarias (Russel, 1987; Orschiedt, 2008), su interpretación con los datos actuales parecería más una simple especulación que una exposición mínimamente documentada. Su posible relación con un ritual asociado a creencias espirituales y/o religiosasa, con efectivos ejemplos etnológicos, lo asociaría con un desarrollo cognitivo similar al que debió de existir en las poblaciones con enterramientos claramente simbólicos, lo que no concuerda con el simbolismo primitivo que vemos en las comunidades del Paleolítico Medio en las que se realizaron tales prácticas (Rivera, 2010).


El tema de la antropofagia presenta otros matices. Su existencia menos desarrollada, al menos demográficamente si tenemos en cuenta el escaso número de yacimientos relacionados, y la falta de un simbolismo moderno entre las poblaciones que la practicaban, indican que sólo pudo tratarse, si es que son ciertas, de un asunto logístico, el cual podría estar relacionado con periodos de gran escasez de alimentos o con costumbres relacionadas con esa forma de agresividad humana.

No hay que olvidar que según la Arqueología cognitiva, para poder atribuir un simbolismo espiritual a una conducta determinada (p. e. antropofagia ritual) es imprescindible la existencia de conceptos sobre la conciencia reflexiva, lo suficientemente elaborados como para tener conciencia de nuestra propia existencia y la de los demás dentro de un amplio concepto temporal y espacial, lo que no se aprecia con el suficiente desarrollo en las poblaciones humanas del Paleolítico Medio (Rivera, 2010).

* BINANT, P. (1991): Le prehistoire de la mort. Les premières sépultures en Europe. Colectión des Hespérides. Errance. Paris.
* DEFLEUR, A.; WHITE, T.; VALENSI, P.; SLIMAK, L.; CREGUT-BONNOURE, E. (1999): "Neanderthal cannibalism at Moula-Guercy, Ardeche, France." Science. 286, pp.18-19.
* DE LUMLEY, M-A. (1973): “Anténéandertaliens et Néandertaliens du bassin méditerranéen occidental européen”. Études Quaternaires mémoire. 2, pp. 551-558.
* GARRALDA M. D.; GIACOBINI G.; VANDERMEERSCH B. (2005): “Neanderthal Cutmarks: Combe-Grenal and Marillac (France)”. SEM Análisis. 43 (2-3), pp. 189-197.
* HIGHAM, T.; RAMSEY, C. B.; KARAVANIC, I.; SMITH, F. H.; TRINKAUS, E. (2006): “Revised direct radiocarbon dating of the Vindija G1 Upper Paleolithic Neandertals”. Proc. Nat. Acad. Sci. 103, pp. 553-557.
* HUBLIN, J-J.; BARROSO RUIZ, C.; FONTUGNE, M.; MEDINA LARA, P.; REYSS, J. (1995): “The Mousterien site of Zafarraya (Andalucia, Spain): dating and implications on the paleolithic peopling processes of Western Europe”. Comptes Rendues de l´Académie de Sciences de Paris, 321, série IIa, pp 931-937. Paris.
* LE MORT, F. (1989): “Traces de décharnement sur les ossements néandertaliens de Combe-Grenal (Dordogne)”. Bulletin de la Société Préhistorique Française. 86, pp.79-97.
* MANN, A. E.; BEAUVAL, C.; COSTAMAGNO, S.; BORDES, J. G.;BOURGUIGNON, L.; COUCHOUD, I.; LACRAMPE, Fr.; LAROULANDIE, V.; MARQUET, J. Cl.; MEIGNEN, L.; TEXIER, J. P.; VANDERMEERSCH, B.; MAUREILLE B. (2005): Carnivore and Neandertal interactions at the Les Pradelles site (Charante, Southwest France). Paleoanthropological Society Abstracts.
* MONTET-WHITE, A. (1996): “Le Paléolithique en ancienne Yougoslavie”. Série Préhistoire d´Europe, 4. Jérôme Millon (ed.). Grenoble.
* ORSCHIEDT, J. (2008): “Der Fall Krapina – Neue Ergebnisse zur Frage von Kannibalismus beim Neandertaler”. Quartär. 55, pp. 63-81.
.* ROSAS, A.; MARTÍNEZ-MAZA, C.; BASTIR, M.; GARCÍA-TABERNERO, A.; LALUAZA-FOX, C.; HUGUET, R.; ORTIZ, J. E.; JULIÁ, R.; SOLER, V.; DE TORRES, T.; MARTÍNEZ, E.; CAÑAVERAS, J. C.; SÁNCHEZ-MORAL, S.; CUEZVA, S.; LARIO, J.; SANTAMARÍA, D.; DE LA RASILLA, M.; FORTEA, J. (2006): “Paleobiology and comparative morphology of a late Neandertal sample from El Sidrón, Asturias, Spain”. Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America 103(51), pp. 19266–19271.
* RUSSEL, M. (1987): “Mortuary practices et the Krapina Neanderthal site”. American Journal of Physical Anthropology. 72, pp. 81-397.  
* SCHMITZ,  R. W.; SERRE, D.; BONANI, G. et al. (2002): "The Neandertal type site revisited: interdisciplinary investigations of skeletal remains from the Neander Valley, Germany". Proc. Natl. Acad. Sci. U.S.A. 99 (20), pp. 13342–7. 

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bueno tu articulo y los otros que he leido. Soy alumno de la Universidad de Zaragoza y me voy a especializar en Prehistoria. Me gustaria saber que excavaciones hay en el norte de España (el año pasado estuve en El Miron). Gracias de antemano

arivera dijo...

Gracias por tu opinión sobre mis artículos del blog. Siento no poder ayudarte, pues no estoy al tanto de las excavaciones que se van a realizar o continuar este verano en el norte de España.