Aunque
pueda concebirse el arte del Paleolítico superior como una entidad gráfica y
social con unas características comunes que se desarrollaron hasta su rápida
desaparición en el comienzo del Holoceno, lo cierto es que presenta numerosas particularidades
que defines a cada periodo como entidades simbólicas, sociales y gráficas con
entidad propia. Sin embargo, no hay que olvidad que toda la actividad humana
corresponde a un continuum heterogéneo
en el tiempo y la geografía donde se desarrolla. Por tanto, el Gravetiense,
situado cronológicamente entre el Auriñaciense y el Solutrense, debe de presentar algunas relaciones de continuidad
o de ruptura, que siempre hay que analizar en todos sus aspectos (social,
gráfico, simbólico, tecnológico, etc.).
Características
cognitivas y culturales
En este periodo se asume, como es conocido en las poblaciones humanas del Paleolítico superior, que tenían un nivel de autoconciencia (Autoconciencia yArqueología) considerado como moderno en sus conceptos de individualidad social y/o personal, del tiempo y del espacio. Sin embargo, el origen del Gravetiense se considera, por datos cronológicos y genéticos, que tiene un origen asiático, de donde se expandieron hacia el oeste europeo (Semino et al. 2000; Wells 2002). Es decir, en el inicio del Gravetiense se produce una intromisión cultural de poblaciones humanas provenientes de Asia, con características simbólicas propias y diferentes.
Se produce un proceso cognitivo-simbólico que
ha sido muy pocas veces estudiado, pero del que hay muy pocas dudas sobre su
realización. Tal hecho se deduce de la interconexión social y demográfica
de dos grupos poblacionales de diferentes contenidos simbólicos, si tenemos en
cuenta sus diferentes manifestaciones gráficas y sociales que conocemos.
I. –
Continuidad simbólica de tradición auriñaciense
Del Auriñaciense
conocemos sus importantes manifestaciones gráficas, tanto del interior como del
exterior de las cuevas, que representan el inicio de un simbolismo muy
particular en Europa, pero que de formas más o menos similares se produjo en numerosos
lugares del mundo habitado de la época (Inicio del arte paleolítico). Destacan
por su particular simbolismo y significado los teriántropos (Teriántroposauriñacienses), conductas que de algún modo continuaron a lo largo de todo el
Paleolítico superior.
Según los datos
arqueológicos conocidos en la actualidad, en este periodo los teriántropos casi
desaparecen, pues solo se conocen muy pocos datos al respecto, y aún así con
dudas sobre su correcta ubicación cultural y cronológica. Teniendo en cuenta la
limitada pero manifiesta serie de teriántropos del Auriñaciense, y el paulatino
desarrollo de este tipo de iconografía en los periodos posteriores, parece raro
que su desaparición arqueológica se deba a los múltiples procesos de
destrucción o de limitación de descubrimientos muy relacionados consecuencia
del azar. Habría que valorar el aumento de la producción de manos solitarias y
posiblemente máscaras (Castillo, Altamira, Candamo, etc.) en el interior de las cavidades como
sustitutos, al menos en parte de su simbolismo, de las manifestaciones gráficas
de los teriántropos.
- En Pech-Merle podría
darse un teriántropo conla parte superior de un
mamut. Su iconografía es dudosa, asignándose a este grupo de manifestaciones
por la postura bípeda y las piernas humanas que parece tener. Se
desconoce su sexo y está situado en el interior de la cavidad, relacionándose
con otras figuras de animales (mamuts, uros, caballos y puntos rojos). Es
difícil su ubicación temporal, pues parece que pueden corresponder a tres
periodos (Gravetiense, Solutrense y Magdaleniense). En la cueva existe una datación directa mediante carbono 14 de uno de los caballos
con puntos bajo manos negativas, que lo sitúa en el 24640±390 B.P. (Lorblanchet, 1995). Sin embargo, la relación
cronológica de la figura no está establecida, siendo probable que sea
Solutrense (Bahn y Vertud, 1997), lo que estaría más de acuerdo con su
asociación con otros animales.
- La cabeza de bisonte humanizada de Peña de Candamo (Fig. 2), que recientemente se le
ha atribuido una cronología de 22.500 BP, lo que la situaría al final del
Gravetiense (Corchón et al. 2014).
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Teriántropos de Peña Candamo |
II.
Nuevas manifestaciones simbólicas foráneas
Tenemos dos manifestaciones simbólicas foráneas que
no se conocían en el Auriñaciense y, que a partir del inicio del Gravetiense,
van a ser frecuentes en Europa del oeste.
- Las venus gravetienses se distribuyen
por toda Europa al comienzo del periodo, salvo en la Península Ibérica donde no
se ha encontrado ninguna. La situación no deja de ser algo extraña, pues la
tecnología gravetiense si sustituye a la auriñaciense en todo el occidente
europeo.
- Con los enterramientos pasa algo parecido,
pues si en el Auriñaciense no se conocen ningún enterramiento en Europa, la
situación cambia radicalmente con el desarrollo del Gravetiense, hacia 30.000
BP. abundan en Europa central y oriental, siendo menos en la parte occidental.
En Francia están presente pero son más escasos (Combe Capelle, Abrí Pataud).
En la Península Ibérica casi no existen, aunque hay excepciones: los dudosos
yacimientos Malladetes (Valencia) y Reclau Viver (Girona), y el más claro de
Lagar Velho (23920±220 B.P.) donde se
ha encontrado un verdadero enterramiento (Zilhâo y Trinkaus 2002). En el
Gravetiense se constatan unos 70 individuos de un total de 162 en el
Paleolítico superior. El mayor número de restos se concentra entre los Pirineos
y el Loira (63), coincidiendo con áreas con la presencia de venus y de arte
paleolítico, y de Italia, Alpes y Sicilia (45) sin arte paleolítico (Cintas
Peña, 2014).
Su
distribución geográfica
Distribución de teriántropos: Auriñacienses (1-6). Posibles Gravetienses (10-11)
La distribución geográfica de estas manifestaciones en este periodo sufre alteraciones muy interesantes. El arte paleolítico en cuevas se desplaza hacia el oeste de Francia y la Península Ibérica, abandonando definitivamente las aéreas de Alemania e Italia, mientras que las venus paleolíticas se distribuyen por toda Europa menos en la Península Ibérica. Los enterramientos van escaseando según nos desplazamos hacia el oeste.
Indican
dos tendencias generales. Una del Gravetiense con sus venus y
enterramientos con ajuar, siendo soluciones de esta población a las mismas
preguntas (estados de conciencia alterados y/o procesos de la naturaleza
inexplicables) y realizadas en distintos lugares. Otra, la tradición del Auriñaciense que quedaría
patente con la continuidad del arte paleolítico, su mayor introducción en el
interior de las cuevas y su continuación al aire libre, aunque con cierta
limitación en su producción.
Sin embargo, los teriántropos son muy poco significativos.
Conclusiones del Gravetiense
Las soluciones a los problemas generados por la
emergencia cognitiva de la autoconciencia a niveles adecuados generados en el
Auriñaciense (arte paleolítico en el interior de las cuevas con teriántropos),
pudieron perdurar durante el Gravetiense con posibles cambios, consecuencia de
la llegada de otros humanos con otras creaciones espirituales. Aparecen varias
preguntas: ¿Qué pudo significar la introducción con el Gravetiense de los
enterramientos con ajuar y las venus (de aparente carácter maternal y/o
fecundador) dentro de las conductas espirituales o numínicas de los
auriñacienses? Solo hay tres respuestas:
* Integración espiritual y/o religiosa.
* Independencia de costumbres.
* Mezcla heterogénea y
nueva síntesis simbólica.
Lo cierto es que se aprecia una continuidad
y avance
de las costumbres iniciadas en el Auriñaciense, aunque existen salvedades
y novedades
importantes:
- Notable disminución de la representación de
animales peligrosos, sobre todo los felinos.
- Disminución importante de los teriántropos tal y como
se vieron en el Auriñaciense.
- Desplazamiento del arte paleolítico hacia el
oeste europeo, abandonando importantes áreas utilizadas en el periodo anterior
(Alemania, Italia y algunas zonas de Francia).
- Cambio o desarrollo de nuevos temas gráficos (manos,
vulvas, máscaras, figuras femeninas, signos), con significados aún no
esclarecidos.
- Aparición de nuevas conductas simbólicas (Venus y
enterramientos con ajuar).
- Expansión geográfica irregular de las costumbres
gravetienses, que no llegan a la Península Ibérica (venus paleolíticas), o lo
hacen muy raramente (enterramientos con ajuar).
Desarrollo
de nuevas manifestaciones gráficas
Se producen o se desarrollan nuevas manifestaciones
gráficas que pueden llevar nuevos simbolismos. Una muy importante es el desarrollo de la parte por el todo,
como
adaptación gráfica de las nuevas simbologías (venus por vulvas) o nuevas expresiones
gráficas del mismo simbolismo (manos, máscaras por teriántropos). Igualmente se
produce un desarrollo importante de los signos, cuyo significado es aún más
complejo de analizar, pero que muchos de ellos estarían en relación con las
muestras gráficas naturalistas.
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Mano
aislada de Gargas
|
* Con antecedentes en el
Auriñaciense, es en este periodo donde se desarrollan ampliamente las manos,
máscaras (parte) en posible representación del (todo: teriomorfos). Su
significación puede aclarar el importante declive de los teriántropos al ser
estos representados por las manos aisladas en el interior de las cavidades.
* Las vulvas
(parte) del cuerpo femenino en general que podrían ser las venus (todo). La
falta de venus paleolíticas coincide más
o menos con la existencia de figuras de vulvas en el interior de la cueva.
Podría tratar se de un reemplazo o adaptación del significado de las venus a
las costumbres del arte paleolítico.
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Siluetas
femeninas y vulvas de Tito Bustillo
|
* Y posiblemente signos
no estudiados, aún más difícil de realizar, pues algunos podrían estar
directamente relacionados con los anteriores procesos.
Conclusiones
Establecer conclusiones no es fácil, siendo mejor
establecer hipótesis de trabajo sobre las que hay que incidir profundizando en
las formas que la Arqueología cognitiva (Estructuralismo funcional) ha
establecido. En este contexto hipotético se pueden adelantar las siguientes deducciones:
1.- Lo cierto es que a partir del Gravetiense la continuidad y desarrollo del arte paleolítico es un hecho contratado arqueológicamente, apreciándose un importante aumento en su producción y en su introducción dentro de las cuevas.
2.- Puede apreciarse un heterogéneo aumento del naturalismo y de perfección gráfica que permiten mantener en vigor el sistema estilístico de Leroi-Gourhan para la cronología del arte prehistórico, aunque con salvedades que hay que buscar y analizar.
3.- En el desarrollo del Gravetiense conocemos dos conceptos espirituales/religiosos contemporáneos. Ambas puedan ser diferentes respuestas a los mismos o parecidos problemas espirituales/religiosos, aunque con manifestaciones distintas.
4.- Su integración geográfica y temporal no fue homogénea, pues se aprecia dos áreas europeas con diferentes conductas espirituales.
- Península Ibérica. Con
limitación y/o ausencia de enterramientos y venus. Perduración y aumento lo iniciado en al
Auriñaciense. Incremento de los temas sexuales (reproducción, rito o sexo) en
el interior de las cuevas. Desconocimiento de teriántropos en esta zona y periodo salvo el
dudoso de Peña Candamo. Mayor presencia de manos solitarias pueden ser un buen
sustituto del simbolismo que representan (control, relación y conocimiento del
mundo onírico adquirido con la autoconciencia y representado en el interior de
las cavidades). Los animales representados comienzan a ser los tradicionales,
donde los peligrosos pierden el protagonismo visto en el Auriñaciense.
- En Francia proliferan
los enterramientos y la producción de venus en clara oposición a lo visto en el
Cantábrico. Igualmente, no tenemos constancia clara de teriántropos, salvo el
caso dudoso de Pech-Merle, pero la
proliferación de manos en notoria, sobre todo en Lot (Merveilles, Rocuadour, Pech-Merle y Fieux), los Pirineos (Gargas y Tibiran), siendo este periodo
en el que prácticamente se realizaron todas las conocidas (González Sainz,
1999). Las muestras de arte paleolítico se van introduciendo en el interior de
las cuevas, aunque es muy difícil establecer separaciones cronológicas entre el
Auriñaciense o el Gravetiense. Representan una fauna variada (caballos, mamuts,
cápridos, cérvidos, bisontes, etc.) notándose la ausencia de los felinos.
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