viernes, 15 de agosto de 2014

Cueva de Niaux: pinturas y significados

Las manifestaciones gráficas del paleolítico siempre han suscitado gran interés entre todos aquellos que se interesan por el pasado humano, ya sea por motivos profesionales como por intereses meramente lúdicos. Este interés persiste en el tiempo a pesar de la gran incógnita que supone el desconocimiento de los motivos de su creación. Diversas teorías se han elaborado desde su mismo descubrimiento, algunas con mejor o peor fundamento científico, pero no llegan a satisfacer plenamente a los que se dedican a su estudio. Ya anteriormente dediqué una entrada a este tema (Arte paleolítico.Consideraciones para su estudio), ahora voy a ser más práctico y sobre los datos de una cueva real (Niaux) intentaré replantear el problema de su interpretación (de la cueva y del arte en general) por medio de la aplicación de la Arqueología cognitiva, así como ahondar hasta donde podemos llegar con el mínimo de subjetividad.

Cueva de Niaux

- Uso y distribución general de la cueva. 

Bisonte en trazos negros del Salón negro
La cueva o gruta de Niaux es famosa por sus pinturas magdalenienses, lo bien conservadas que están y que se pueden visitar directamente, lo que cada vez va siendo más raro por motivos de conservación. Los datos de esta cueva pueden leerse en su reseña de Wikipedia (Gruta de Niaux), por lo que solo reseñaré los datos que presentan alguna relación con el tema a tratar.

Plano Niaux 
Destaca que no se hayan encontrado restos de ocupación humana, ni en la entrada (lo más frecuente) ni del resto de la cavidad. Sin embargo las representaciones gráficas se reparten irregularmente por determinados lugares de la cueva, muy lejos de la entrada. El famoso Salón negro está situado a 800 metros de la entrada, lo que indica la intención de sus creadores de buscar un lugar de la cueva adecuado para sus fines y lejos del mundo exterior. 

- Representaciones gráficas.

Se han datado en unos 13.000 años, estando realizadas principalmente con trazos negros realizados sobre todo con una materia negra (carbón vegetal o dióxido de manganeso), más raras son las realizadas con un material rojo  (hematita molida). Representan a los grandes mamíferos de la fauna prehistórica de la región, como bisontes, caballo, ciervos y cabras montesas.

Sala negra de Niaux
La sala principal, que agrupa las representaciones de animales más espectaculares, se llama el Salón negro. Es una gran sala de alta bóveda y una acústica especial, siendo un lugar muy apropiado para la realización de actos sociales de variada y desconocida etiología. La gruta también tiene signos tales como puntos o líneas de color rojo y negro, ya sean aislados sobre las paredes, o asociados con representaciones de animales. El bestiario representado comprende principalmente bisontes (54), caballos (29), caprinos (15), así como los ciervos e incluso pescados. 

Caballo del Salón negro
Panel de signos a 600 de la entrada


















Panel con caballo y bisontes sobre los que hay unos signos (¿flechas?). Se aprecia la superposición de temas
Cabra del Salón negro
Comadreja en la Galerie Clastres



























La presencia de un trazo que esboza una comadreja merece señalarse ya que este animal raramente es representado en el arte parietal magdaleniense.




No se han encontrado teriomorfos (figuras mitad humanas y mitad bestias). Existe una figura de muy difícil explicación, que tendría alguna posibilidad de serlo, pero su estado y representación solo ofrecen muchas dudas, por lo que ha sido descartado por muchos autores. Los animales representados no son los que más fueron cazados para comer. Se eligieron por causas aún desconocidas, pero existió una conexión profunda, duradera (todo el paleolítico superior) y fiel con ellos.     

Interpretación del arte paleolítico de Niaux 

En esta cueva, como en todas las demás en las que se han encontrado manifestaciones gráficas de todo tipo (esculturas, pinturas y grabados), se han realizados numerosos estudios sobre la significación de las mismas en las sociedades paleolíticas. Siempre se han realizado con las premisas que la ciencia arqueológica permite, omitiendo los aspectos antropológicos que darían una visión más completa del problema. Hay que destacar dos grandes problemas:

- La subjetividad en las interpretaciones. El llamado “arte paleolítico” constituye uno de los mayores retos que la Arqueología moderna debe afrontar. Todo intento de análisis debe pasar inexorablemente por un proceso de racionalización del tema a estudiar. En este sentido, los datos utilizados, los métodos de estudio, los fines perseguidos y las conclusiones obtenidas, constituyen los apartados que deben configurar en cualquier trabajo. En el Paleolítico los medios son los datos arqueológicos, que estudiados e interpretados mediante el uso de cierta metodología arqueológica, nos posibilitan realizar conclusiones sobre los fines que perseguimos, los cuales no pueden ser otros que la comprensión del origen y desarrollo de la conducta humana en ese periodo. Sin embargo, por las características propias de la Arqueología, muchas de estas conclusiones presentan un nivel de certeza muy bajo, tanto que la objetividad del trabajo queda en entredicho. Puede ser práctico que en los estudios sobre el “arte paleolítico” se intente racionalizar las propias conclusiones, para indicar el aparente grado de certeza que pueden presentar, con el fin de disminuir o concretar en lo posible la aparente subjetividad que las conclusiones puedan aparentar.

- La omisión de las características cognitivas de sus creadores. La base del estudio del “arte paleolítico” debe realizarse por medio de una metodología de análisis interdisciplinar, definida como modelo psicobiológico, dentro de una teoría general interpretativa, el estructuralismo funcional (Rivera, 2009; Rivera y Menéndez, 2011). Esta base interdisciplinar creo que tiene los suficientes criterios científicos como para poder fundamentar sus conclusiones de manera más fiable y adecuada.

Partimos de un hecho ampliamente consensuado por la comunidad científica relacionada con los estudios prehistóricos, es decir, que es imposible poder llegar a tener una certeza absoluta en las conclusiones que podamos realizar sobre cualquier tema de la prehistoria. Más aún, sobre el “arte paleolítico” parece que las dificultades aumentan y nuestras conclusiones parecen más opiniones que deducciones científicas. ¿Cómo podemos racionalizar la aplicación de este modelo al análisis de las manifestaciones gráficas que sabemos que constituyen una manifestación simbólica, pero que es muy difícil de valorar su significado? Una posibilidad sería por medio de un estudio analítico de las conclusiones que podamos realizar en relación con un posible grado de certeza. Realizaremos un breve esquema con las pinturas de la cueva de Niaux (pinturas y grabados localizados en el interior de la cueva y sin restos de hábitat.

A – Su producción es el exponente de una conducta gráfica de carácter simbólico. Certeza muy alta en su definición de conducta simbólica. Criterio fundamentado en el modelo psicobiológico que rige la conducta humana y su interpretación por medio del estructuralismo funcional.

B – Representa una conducta simbólica de naturaleza que podríamos llamar onírica paleolítica (espiritual por inmaterial en un contexto más moderno), debido a la ubicación de la muestra en el yacimiento y de las características del tema a estudiar. Las pinturas rupestres realizadas en lugares aislados y profundos de la cueva, alejadas del hábitat o sin él, representan una conducta relacionada con la interpretación autoconsciente de los estados alterados de conciencia (sueños, delirios, efectos de drogas, etc.). El inicio del “arte paleolítico” en el Auriñaciense coincide con el desarrollo con características modernas de la autoconciencia, la cual afronta a sus poseedores, de forma diferente, con todas las realidades de la vida cotidiana. Las sensaciones oníricas se hacen conscientes y hay que explicarlas (Rivera y Menéndez, 2011). Puede atribuirse a estas conclusiones una Certeza alta en base a los mismos criterios que la anterior entrada (modelo psicobiológico y estructuralismo funcional). Otros datos que avalan tal relación son de tipo arqueológico: Su propia relación directa en numerosas manifestaciones gráficas; su temprana creación e introducción al interior de las cuevas (desde el Auriñaciense), muchas veces en paralelo con las demás representaciones artísticas.

C - Conducta relacionada con la aceptación de un mundo onírico paleolítico, desconocido para nosotros pero aceptado por la sociedad paleolítica. Sería un mundo relacionado con los animales que se representan y los seres humanos, aunque de naturaleza desconocida. Tendría una Certeza media, pero el estudio de una sola cueva nos impide profundizar en este tema, siendo necesarios análisis mucho más generales y con más datos a tener en cuenta (teriántropos, inicio y desaparición de esta práctica, relaciones estadísticas con el hábitat, etc.).

D – Conductas concretas de expresión o relación. En el caso de las manifestaciones graficas podría ser formas de interacción social con el mundo onírico paleolítico, naturalmente dirigida por un mediador paleolítico (teriántropo, ausente en este caso). Certeza baja o simple hipótesis. Estipular el tipo y forma concreta de relación entre los dos mundos.

Escena del pozo de Lascaux con teriántropo
Teriántropo de Hohlenstein-Stadel 


Conclusiones

Los datos de una sola cavidad (Niaux) solo pueden ser indicadores de las características generales de las pinturas paleolíticas. Las conclusiones, con independencia del grado de certeza que se logre, deben de realizarse mediante estudios globales, los cuales, al aportan muchos más datos, nos facilitan la tarea de su complejo análisis.

- No todas las representaciones gráficas tienen el mismo significado. Su relación con el hábitat puede ser un dato muy significativo.
- Existencia y significación de los teriántropos.
- Inicio y desaparición del “arte paleolítico”. Relación con el bestiario representado.
- Planteamiento del problema dentro del contexto cognitivo humano. El inicio del Paleolítico superior coincide con el desarrollo de la autoconciencia en niveles que podríamos llamar como modernos (conciencia de uno mismo en el tiempo y en el espacio).
- El dato anterior limita mucho las posibilidades, pues los niveles de autoconciencia, aunque considerados como modernos, fueron muy diferentes a los nuestros en la actualidad. No se pueden extrapolar conductas, ideas o conceptos actuales a aquellas fechas y poblaciones. El desarrollo cognitivo es una constante que se mantiene y se transmite por medio del lenguaje, y este lleva desarrollándose solamente unos 2,5 millones de años, y con características modernas unos 40.000 años.
- Todas las conductas relacionadas con el “arte paleolítico” comenzaron con el inicio del Auriñaciense.
- Los conocimientos solo pueden adquirirse del medio ambiente en el que se vive. El cerebro solo es un procesador (racional y emocional) de los datos que adquiere. La existencia de “otro mundo” diferente al que se vive, solo puede adquirirse de las sensaciones y experiencias que producen los estados de conciencia alterados. Podemos conocer el inicio del proceso, pero no su desarrollo práctico y social.

Un breve estudio en este sentido lo realizaré en una próxima entrada, aunque su complejidad puede demorarlo un poco.