Desde el
inicio de las representaciones gráficas del Paleolítico superior los temas
relacionadas con los seres humanos siempre ha estado presentes, si bien no con
la intensidad que puede verse con otros elementos gráficos como los animales o signos. Esta
característica iconográfica aparece desde el Auriñaciense, continuando a lo
largo del Paleolítico superior hasta que el cambio de
clima destruyó un ecosistema y una forma de vida simbólica, para transformarla
en otra (Epipaleolítico).
Si tenemos
en cuenta a la Arqueología cognitiva
(estructuralismo
funcional) como fuente de estudio del continuum evolutivo
de la conducta humana, comprenderemos que las escuetas fuentes de conocimiento
que los seres humanos del paleolítico pudieron tener (naturaleza y la sociedad
con un incipiente desarrollo cognitivo de base simbólica) limitarían mucho los
significados de las manifestaciones gráficas. Sólo es posible utilizar y
representar aquello que ya es conocido (experiencia personal y social),
o las conclusiones obtenidas de causas conocidas, es decir, los conceptos y las
ideas que el contexto cultural y cognitivo del momento pudieran permitir. En
este contexto, el registro arqueológico nos indica que las representaciones que
se usaron fueron temas de su propio medio, por lo que su lista es limitada y
concreta. Así, el espectro gráfico que conocemos estaría limitado a unos pocos
grupos:
- Animales
no peligrosos. Podrían estar relacionados
con la logística de avituallamiento. También pueden ser causa de sus
relaciones con un mundo que consideran el suyo, en el que conviven con todos
los seres vivos y con los que desconocemos qué relación emocional y práctica
pudieron tener.
- Animales peligrosos.
Son los
depredadores, productores de miedos conscientes e inconscientes en la especie
humana.
- Figuras humanas (antropomorfos
y teriántropos). Los antropomorfos representan a las figuras humanas en
general. Los teriántropos o
teriomorfos (humanos con cabeza de animal) parecen representar a una dualidad
conceptual de difícil valoración. Podrían ser elementos intermedios de dos
naturalezas (humana y animal), o de dos mundos reales pero diferentes (material
e inmaterial).
- Los de carácter sexual
representan a una de las motivaciones más importantes en la conducta
humana: la sexual (falos, vulvas y figuras humanas sexuadas).
-Las manos con sus
componentes sociales, personales y espirituales que pueden variar según su
ubicación. Se relacionan con los seres humanos, pues son parte de ellos, y
posiblemente correspondan a una representación gráfica de humanos en
particular.
- Los
signos
son los más abundantes, de los que se supone que podrían estar relacionados con
las figuras en general, pero sin certeza alguna.
Las
manifestaciones sexuales (humanos sexuados, vulvas y falos) parecen ser una
preocupación temprana para los autores de las muestras gráficas paleolíticas,
pues están presentes desde el principio del arte paleolítico en el Auriñaciense
(esculturas, grabados y pinturas). El desarrollo de la autoconciencia a losniveles del inicio del Paleolítico superior (dentro del continuum cultural y cognitivo humano) hace que se considere el
sexo con una perspectiva más variada, estimulante e incluso que se llegue a
interrelacionarse con las conductas espirituales paleolíticas al alcanzar el
orgasmo, como parece desprenderse de variadas expresiones gráficas de teriántropos
itifálicos.
Aunque
las representaciones humanas son relativamente escasas, tenemos un importante muestrario
de las expresiones sexuales en ellas. Efectivamente, en muchos de estos antropomorfos
y teriántropos se muestran aspectos sexuales muy marcados. Ya sea un explicito
dibujo o grabado en el sexo femenino (p. e: Cueva de Chauvet y Tito Bustillo),
o una mayor representación del sexo masculino con excitación sexual (p. e: Tito
Bustillo; La Peña de Candamo; Los Casares). Tanto es así que han creado una
denominación precisa para tal situación: Antropomorfos o teriántropos itifálicos
con su sexo eréctil, cuya interpretación puede tener diferente significado:
¿estimulación sexual, simple indicación del género o las dos a la vez?
Escena del pozo de Lascaux |
En
general, la intención de separar ciertas manifestaciones gráficas del área de
hábitat, para un preciso fin no bien conocido, es una conducta social-simbólica
que se inicia precozmente desde el Auriñaciense. Paralelamente, existen
pinturas y grabados que coexisten con las zonas de habitación, pudiendo ser
vistas continuamente por los miembros del grupo social, lo que parece que sería
una consecuencia de su creación, es decir, ser vistas constantemente sin tener
que desplazarse. El simple o complejo aislamiento (depende de lo alejado que se
realice del hábitat) de la vista de la sociedad de algunas pinturas y grabados,
junto con el tema representado, tendría un diferente significado simbólico. Su
estudio se escapa de los ámbitos de este trabajo, pero que desde la Arqueología
cognitiva se están realizando estudios para intentar su aclaración (Rivera yMenéndez, 2011).
Manifestaciones sexuales del Paleolítico superior
A pesar de
lo relativamente escaso que fueron las manifestaciones gráficas del
Auriñaciense, las de carácter o relación con la sexualidad son lo
suficientemente importantes como para demostrar la importancia que el sexo
tenía en aquellas sociedades. En
general, parecen tener una doble vertiente simbólica, aunque es posible que en
algunos aspectos u ocasiones se junten para expresar con mayor exactitud lo que
se quería representar. Me refiero a los temas claramente relacionados con el
sexo con aspectos meramente sociales, y los relacionados con
ciertas conductas que podríamos denominar como espirituales en el
sentido que pudieran tener en el paleolítico (Rivera y Menéndez, 2011). Veremos de una forma general las diferentes manifestaciones sexuales que se han encontrado en este periodo.
Estatuillas femeninas
Venus de Willendorf |
Son frecuentes encontrar estatuillas femeninas de bulto redondo desde Europa occidental hasta
Siberia. Son las venus esteatopigias. Destacan la de Willendorf, Dolní-Věstonice y Moravany (Eslovaquia), Gargarino y
Kostienki a lo largo de Europa. Las siberianas (orientales) (colecciones de
Malta y Buret) presentan otro canon. Poseen cara y pueden ir vestidas, les
falta la exageración de los atributos sexuales, con cabeza voluminosa (lo que
las separa del modelo losángico de las occidentales), y tienen un orificio en
las piernas como para colgar, lo que no existe en las occidentales. Todas se encuentran en el
hábitat, las de este tipo se encuentran desde el Gravetiense hasta el final del Paleolítico superior. En general, se las relaciona con los caracteres maternales de la mujer.
Venus de Dolní-Věstonice |
Su conjunto parecen formar
una unidad cultural paneuropea, pero no llegan a la Península Ibérica. En la
Península Itálica se conocen las de la colección Grimaldi y la pieza de
Savignano en el norte, y un par de ejemplares en Cueva de Veneri en el sur. En
la cueva de Paglicci se han encontrado varias venus.
Estas estatuillas femeninas son de formato pequeño (10
cm) y sus particularidades propias del estilo de occidente. Las hay de marfil
(Lespuge y Brassempouy), de limonita (Monpazier), esteatita amarilla (venus
amarilla de Grimaldi) o verde (El polichinela, El rombo, El hermafrodita de
Grimaldi).
Venus de Lespuge |
El mismo tema y similar tratamiento se aprecia en la figurillas de
bulto redondo y bajorrelieve (Terme Pialat, Laussel y Pataud), aunque existen
otras que se escapan del prototipo (Seruil y Tursac). El grupo de Laussel es
muy especial, destacando la “Venus del cuerno” y “La mujer de la cabeza
cuadrada”. Próximas a las anteriores se encontraron “La Venus de Berlín”, “El
naipe” y “El cazador”, las cuales forman el conjunto escultórico de mayor
antigüedad en una organización espacial compleja.con una clara atención a sus aspectos anatómicos sexuales o maternales.
Venus del cuerno |
Venus de Hohle Fels. Descubrimiento
en los niveles del Auriñaciense arcaico de una de las cuevas de Hohle Fels, de una estatuilla femenina fabricada en marfil de un
colmillo de mamut. Su datación se sitúa sobre los 35.000 BP relacionándose con
los Humanos Anatómicamente Modernos. La estatuilla se encontraba aproximadamente 3 metros por debajo de la
superficie actual de la cueva, en una zona de unos 20 metros de la entrada de
la misma.
Venus de Hohle Fels |
Su
existencia llama poderosamente la atención por ser la más antigua figura
naturalista femenina que conocemos, así como por las características anatómicas
que presenta. Destaca sobre todo la exageración de sus características sexuales
(grandes senos, una gran ampliación de la vulva que se muestra muy explícita, y
los muslos y vientre hinchados. Sin embargo, la cabeza es muy pequeña y
presenta un agujero como si pudiera colgarse de él.
La
manifestación de los caracteres sexuales de las estatuillas femeninas del
Paleolítico, siempre se han relacionado con la fecundidad o maternidad, pues no
cabe duda de que tal preocupación siempre ha sido de crucial importancia en las
comunidades de cazadores recolectores. Sin embargo, las características
particulares de esta estatuilla (exposición manifiesta de la vulva) parece que
quieren indicar otra faceta igualmente importantísima entre los seres humanos
de todas las épocas: la sexualidad. La nueva figura de Hohle Fels cambia radicalmente
nuestra visión de los orígenes del arte paleolítico. Las imágenes de mujeres
eran totalmente desconocidas. Con este descubrimiento, la noción de que las
imágenes tridimensionales de mujeres empezaron a ser desarrolladas en el período
Gravetiense puede ser rechazada.
Son relativamente frecuentes, pero menos que las estatuillas. De los primeros tenemos un falo de piedra de unos 28.000 años de
antigüedad en una cueva cerca de la localidad de Schelkingen (sur de Alemania).
Falo de Schelkingen |
Falos de La Madeleine, Blanchard y Castanet |
Vulvas de La Ferrassie |
Vulvas femeninas esculpidas sobre rocas, como las del abrigo francés de Blanchard des Roches (Dordogne) o de La Ferrassie con grabados bien definidos. Son las vulvas femeninas que, aisladas o asociadas a animales, adornan cinco bloques. Su forma es variada, las ovaladas son más antiguas que las triangulares.
Vulvas de Tito Bustillo |
Las principales representaciones de vulvas se han localizado en el sur de Francia, en abrigos como los de: Blanchard des Roches (Sergeac), Castanett (Ser-geac), Cellier (Turne), Belcayre (Thonac), Fongal (Peyzac-le-Mous-tier), Le Poisson (Les Eyzies), La Ferraissie (Savignac de Miremont) y Laussel (Marquay). En España son destacables las vulvas de El Castillo (Puente Viesgo, Cantabria) y Tito Bustillo (Ribadesella, Asturias). En el este europeo sobresalen los «medallones» grabados en Kosoenki (Ucrania). Se han visto sus manifestaciones durante todo el Paleolítico superior.
Antropomorfos sexuados
Antropomorfos sexuados
Ya en el Auriñaciente tenemos ejemplos de este tipo de manifestaciones gráficas. Destacaré dos ejemplos.
Tito Bustillo del 33 Ky. Dos figuras. Una femenina realizada con pigmento rojo. Su cabeza es redondeada, con la boca y los ojos abiertos, el tronco con un brazo hacia adelante, pechos pequeños, vulva y piernas, una línea curva sale de la boca. Pintado en una cara de una estalactita plana. Otra masculina con cabeza ovalada y la boca abierta, pecho y pene de dimensiones notorias. La cabeza tiene tres protuberancias cortas, dos de ellas a modo de cuernos. La parte posterior está muy marcada, como la piel de algún animal, como un bisonte. De la boca surge una línea curva, como una enorme lengua. Pintado en la otra cara de una estalactita plana.
Figura femenina. Tito bustillo |
Figura masculina. Tito Bustillo |
Teriántropo de Chauvet |
Cueva de Chauvet del 32/30 Ky Posible teriántropo femenino. Aparece tener el cuerpo inferior de una mujer con el cuerpo superior de un bisonte. Sexo femenino evidente. La figura es compleja y hasta cierto punto deforme para ser una sola figura. Podría se la composición de un acoplamiento sexual (bisonte masculino y parte inferior femenina), lo que estaría en consonancia con Tito Bustillo.
Se conocen diversas muestras de antropomorfos y teriántropos, sobre todo masculinos, con su sexo bien patente, se dan desde el Auriñáciense como ya se ha visto, hasta el final del Paleolítico superior. Veremos algunos ejemplos.
Tertántropo de Les Trois -Fréres |
|
Cueva de los Casares |
Escena sexual de la cueva de los Casares (Guadalajara), donde se aprecia claramente una escena de coito.
Conclusiones
Las manifestaciones
gráficas que hemos podido ver en este trabajo nos ofrecen una idea clara, la
variedad de sus manifestaciones y la posibilidad de su diferente significado. Hay que separar ciertas
manifestaciones gráficas del área de hábitat con otras ubicadas en áreas
aisladas. Existen pinturas y grabados que coexisten con las zonas de
habitación, pudiendo ser vistas continuamente por los miembros del grupo
social, lo que parece que sería una consecuencia de su creación, es decir, ser
vistas constantemente sin tener que desplazarse, para un preciso fin no bien
conocido, pero que pueden asociarse a conductas sociales de carácter cotidiano.
Paralelamente, otras muestras de arte situadas en lugares aislados reflejan
otro tipo de simbolismo, que puede estar relacionado con las conductas
de tipo espiritual iniciadas con el Auriñaciense, y que los teriántropos
de este periodo son un claro exponente (Rivera y Menéndez, 2011).
Las
muestras de sexo se reparten igualmente entre estas dos formas de simbolismo.
Uno cotidiano (falos, vulvas y posiblemente algunas escenas de cavidades) que
representa un sexo cotidiano, permanente y accesible. Otro, unido a los antropomorfos
y teriántrofos itifálicos que une las situaciones sexuales (p. e. excitación
y orgasmo) con las conductas que tuvieron lugar en la profundidad de las
cuevas, lejos de las áreas de hábitat.
Igualmente,
tampoco existe uniformidad temática y de significados a lo largo del
Paleolítico superior. El periodo Auriñaciense-Gravetiense considerado como una
unidad primigenia, en realidad puede significar la existencia de dos
representaciones de conductas simbólicas diferentes. En este sentido el
Auriñaciense europeo parece tener un simbolismo social-espiritual, el
Gravetiense es cuando se inicia una conducta espiritual más estructurada que en
el periodo anterior, aunque estilísticamente sus manifestaciones gráficas
parecen ser constituir una sola unidad temática. Las venus gravetienses nada
tienen que ver con las manifestaciones gráficas del Auriñaciense, este hecho
más el creciente uso de los enterramientos claramente simbólicos, parece indicar
la existencia de dos corrientes espirituales paralelas, que aparentemente no se
juntan nunca. Las dos costumbres (gráficas en el interior de las cuevas, y las
venus más los enterramientos) perduran hasta el comienzo del Epipaleolítico.
Queda la pregunta ¿Realmente se unió en un conjunto de conductas con un nivel
de organización que podría hablarse de religión? La respuesta es muy esquiva,
pero creo que desde la Arqueología cognitiva (estructuralismo funcional) es
posible disminuir la incertidumbre que nos presenta el simple análisis de los
hechos del Paleolítico.
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