En este mes de Agosto se ha
publicado en la revista PNAS (on-line) un interesante artículo sobre el
descubrimiento en dos cuevas francesas (Dordoña: Abry Peyrony y Pech-de-l´Azé
1) de una industria ósea elaborada con tecnología propia del Paleolítico
superior, pero en niveles Musterienses (Musteriense de tradición achelense). Se
trata de cuatro alisadores fabricados de costillas de ungulados, estando
realizadas mediante técnicas de pulido, lo que aparentemente solo se producía
en el Paleolítico superior entre los Humanos Anatómicamente Modernos (Soressi et
al. 2013).
Sin embargo, no es un caso
único, pues son conocidos otros dos procesos similares. Serian los hallazgos de
la cueva de Axlor (Cantabria) con fragmentos de de costilla o
esquirlas de diáfisis alargadas que podrían ser alisadores, y Salzgitter-Lebenstedt
(Alemania) sobre costillas de mamut igualmente trabajadas en sus extremos y
adecuadas al uso como alisadores (Mozota, 2007). La cuestión es que tales
hallazgos promueven la utilización de una tecnología ósea adecuada
a tal materia prima, muy diferente a la tecnología lítica de percusión y
retoque como métodos más usados. La datación y contexto de las cuevas francesas son
claramente del Paleolítico medio, en niveles musterienses y sin estratos
superiores de los HAM, lo que impide pensar en una contaminación de éstos a los niveles inferiores.
- Abry Peyrony con tres huesos en los niveles 3A y 3B
dentro del estrato L-3. Están datados en 47,7-41,1 ka. Por radiocarbono.
- Pech-de-l´Azé I
con un hueso en el estrato 4, asociado a un diente de neandertal juvenil. El
nivel está datado en el 51,4 ka. Por termoluminiscencia.
Alisador hallado en Abri Peyrony (Soressi et al. 2013) |
Estos hechos han suscitado cierta discusión sobre su
significado, concluyendo los autores del artículo en que solo pueden existir
tres posibilidades:
1.- Son consecuencia de una invención paralela e
independiente.
2.- Son fruto de una tecnología ósea aportada por
los HAM, lo que supondría que estos ya estarían en Europa en las fechas de
datación de los hallazgos.
3.- Innovación de los neandertales que luego
trasladaron a los HAM cuando llegaron a Europa.
Dependiendo de la conceptualización que se tenga de
la transición paleolítica, así se elegirían una u otra alternativa. Unos
apostarían por una creación propia de los neandertales con anterioridad a la
legada de los HAM y posterior enseñanza a estos, la cual se acoplaría
bien a las dataciones y a la tradicional secuencia de ocupación europea por
parte de los HAM. Otros, realizarían una crítica de las dataciones o indicarían
una intromisión de niveles más modernos a otros inferiores, con lo que todo
quedaría como antes del descubrimiento, fueron los HAM los que desarrollaron
tal tecnología.
Problemas metodológicos e
interpretativos
Tanto las posibilidades que los autores del trabajo
exponen, como de las posible críticas a las dataciones o la posibilidad de
alteraciones postdeposicionales, presentan los problemas que siempre han
limitado el estudio de la transición paleolítica. Indicaré los más importantes:
- La excesiva utilización del concepto de simpleza
cognitiva atribuida a los neandertales desde su descubrimiento, como
contrapunto de una igualdad cognitiva con los HAM que hay que demostrar a toda
costa. Tanto un extremo como otro limitan el estudio de la cognición de estas
dos poblaciones humanas en los términos que los datos arqueológicos nos
indiquen y una metodología adecuada nos permita interpretarlos con la menos
subjetividad posible (Arqueología cognitiva). Tenemos a dos poblaciones humanas
con importantes diferencias anatómicas (somáticas y neuronales), que desde hace
500.000 años evolucionan por líneas diferentes, es decir, a dos Humanidades,
cuya semejanza o disparidad hay que estudiar en sus aspectos cognitivos,
culturales, tecnológicos, sociales y lingüísticos, pero como una unidad de
desarrollo conductual, no como elementos diferentes e independientes.
- La continuación de formas interpretativas antiguas
y sin constaste arqueológico, como es el caso del difusionismo a
ultranza. Se continua insistiendo de que los HAM llegaron a Europa con un
Auriñaciense simple pero claro, con una tecnología lítica propia, y otra ósea
de puntas de hueso y adornos. Cuando la realidad arqueológica solo indica la
existencia de la tecnología ósea y los adornos en Europa, y solo ciertos
antecedentes líticos de formas auriñacienses con el Baradostiense de los Zagros
(Asia occidental).
- La falta de
determinación de estudiar la realidad del desarrollo cultural paleolítico, pues
este se corresponde con un continuun heterogéneo en el tiempo y en elespacio. Nada aparece de golpe, todo tiene su porqué y cómo de su
aparición, solo que hay que crear los medios adecuados para su búsqueda e
interpretación.
- La falta de
compresión de la realidad cognitiva del género Homo. Se continua
confundiendo capacidades cognitivas con realidades
conductuales observables e individuales, cuando toda capacidad
cognitiva necesita para su manifestación arqueológica de un desarrollo
cognitivo mediado por las características medioambientales (culturales,
económicas, sociales, lingüísticas, etc.). De igual forma, cada avance
tecnológico, cultural y simbólico no se produce de forma independiente, sino
que estaría asociado a otros proceso cognitivos y manifestaciones
arqueológicas. Se necesita la creación y uso de un modelo de desarrollopsicobiológico para el estudio de la cognición y simbolismo humano en
el Paleolítico.
La transición al
Paleolítico superior es un proceso complejo, pues involucra a dos poblaciones
(neandertales y HAM) y a diversos desarrollos tecnológicos, muchos de ellos
convergentes, pero también los hay divergentes. Todo ello dentro de un marco
geográfico, demográfico, social y cognitivo que no ha sido analizado en algunos
aspectos trascendentes y difinitorios: su generalidad geográfica y las
repercusiones estadísticas. La excesiva tradición tecnológica en este tipo de
estudios, junto con la igualmente excesiva parcelación en sus yacimientos
representativos (un solo yacimiento, en una zona geográfica o en una delimitada
área europea) hace que, como dice el refrán, la visión de los árboles nos
impida ver el bosque. Podría vales el ejemplo del Chatelperroniense y su
producción de adornos. Siempre se cita los encontrados en el yacimiento de Grotte
du Renne como muestra de la producción de adornos por partes de los
neandertales del Chatelperroniense, pero siempre se obvia que solo hay adornos
de esta cultura en 6 yacimientos, siendo una representación muy pobre, pues
conocemos 125 yacimientos chatelperronienses (D´Errico et al. 1998).
Los neandertales fueron muy dependientes de la
utilización de las pieles para su supervivencia en climas muy fríos y
cambiantes. En general, debe de suponerse que tendrían una gran preocupación
por el mejoramiento del tratamiento que daban a las pieles para obtener los
mejores resultados. El uso de huesos alargados y planos (p. e. costillas de
tamaño idóneo) se presta, con un mínimo de adaptación tecnológica, al uso de
los mismos como alisadores. Con independencia de que se comprueben las fechas y
se eliminan o no la posibilidad de alteraciones postdeposicionales, creo que
los neandertales tenían la suficiente capacidad cognitiva (reflexividad y
flexibilidad conductual) como para usar y transformar esos huesos, y usarlos en
el trabajo de las pieles. Pero tales capacidades cognitivas necesitan de su
desarrollo medioambiental, por lo que precisarían de un tiempo después de alcanzar
evolutivamente estas capacidades (exaptación evolutiva o emergencia cognitiva)
y de crear un medioambiente adecuado, como serían los yacimiento o
zonas geográficas de importante población con gran interacción social y un
obligado desarrollo lingüístico. Este sería el caso de la Dordoña francesa, tan
rica en yacimientos del Musteriense avanzado o final.
Con
la llegada de los HAM se produciría una interacción poblacional con las
neandertales, provocaron nuevos problemas sociales, logísticos y demográficos.
Estos, acrecentados por las características climáticas del momento, forzaron la
creación de nuevas conductas más complejas y adaptativas (reflexividad y flexibilidad conductual).
Ambos grupos pudieron desarrollar diversos tipos de conductas simbólicas
de forma simultánea (Auriñaciense arcaico, Chatelperroniense y
Uluzziense), aunque con características y grado de desarrollo diferentes, pues
mientras que todos los HAM se asimilan a conductas simbólicas (Auriñaciense),
solo algunos neandertales se encuentran en la misma situación
(Chatelperroniense y Uluzziense). Serían el reflejo conductual de su respectivo
desarrollo cognitivo, facilitado y limitado a sus propias capacidades
psicobiológicas y el medio ambiente en el que vivan. Así pues, lo más llamativo
fue la existencia simultánea de conductas con diferente grado de desarrollo
cognitivo:
- Sin
simbolismo (Musteriense tardío, Musteriense con puntas de Chatelperron sin
tecnología laminar).
- Con
simbolismo (Chatelperroniense clásico, Auriñaciense arcaico con puntas de
Chatelperron y abundantes elementos de sustrato, Auriñaciense arcaico sin
elementos musterienses, Fumariense, etc.) (Rivera, 2009).
Hay
que destacar que los dos modelos de desarrollo cognitivo y conductual tuvieron
lugar prácticamente en un mismo periodo de tiempo, (Fortea Pérez, 1999; Maroto et
al. 2005; Rivera, 2009), posiblemente de carácter independiente el
tecnológico y más relacionado con las poblaciones el simbólico (Rivera, 2008).
Esta compleja producción, junto con el estancamiento cultural de otros grupos
de neandertales, es causa del típico aspecto de mosaico (Straus, 2005).
Como puede apreciarse mucho trabajo queda por hacer,
y no solamente en el terreno de las excavaciones, sino en el posterior de la
interpretación de los datos arqueológicos. En este campo interpretativo es
donde la Arqueología cognitiva más campo tiene, pero es donde menos desarrollo
y aceptación se ha logrado.
* D'Errico, F.; Zilhao, J.; Julien, M.; Baffier, D. y
Pelegrin, J. (1998): “Neanderthal acculturation in western Europe? A critical
review of the evidence and its interpretation”. Current Anthropology, 39
(supl.): 1-44.
* Fortea Pérez, J. (1999): “Abrigo de La Viña. Informe y
primera valoración de las campañas 1995 a 1998”. Excavaciones Arqueológicas en Asturias 1995-1998. 31-42.
* Maroto, J.; Vaquero, M.; Arrizabalaga, A.; Baena, J.;
Carrión, E.; Jordá, J. F.; Martinón, M.; Menéndez, M.; Montes, R. y Rosell, J.
(2005): “Problemática cronológica del final del Paleolítico Medio en el Norte
Peninsular”. Neandertales cantábricos. Estado de la Cuestión. El Paleolítico
Medio cantábrico: hacia una revisión actualizada de su problemática.
Santander. Museo de Altamira. Monografías, 20: 101-114.
* Mozota, M. (2007): “El hueso como materia prima:
Las industrias óseas del final del Musteriense en la región cantábrica. Los
niveles B-C-D de Axlor”. Universidad de Cantabria.
*
Rivera, A. (2008): “Cognición y conducta de neandertales y humanos modernos”.
Revista Portuguesa de Arqueología. Vol. 11(1): 5-32.
* Rivera, A. (2009): “La
conducta moderna en el Paleolítico superior inicial”. Espacio, tiempo y
forma. Serie I, Prehistoria y Arqueología. Nueva época, 2.
* Soressi, M.; McPherron, S. P.; Lenoir, M.; Dogandzi,
T.; Goldberg, P.; Jacobs, Z.; Maigrot, Y.; Martisius, N.; Miller, CH.; Rendu,
W.; Richards, M.; Skinner, M.; Steele,
T.; Talamo, S. and Texier, J-P (2013): “Neandertals made the first
specialized bone tools in Europe”. PNAS.
* Straus, L. G. (2005): “A
mosaic of change: the Middle–Upper Palaeolithic transition as viewed from New
Mexico and Iberia”. Quaternary
International. 137: 1, p. 47-67.
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