Las manifestaciones gráficas del paleolítico siempre
han suscitado gran interés entre todos aquellos que se interesan por el pasado
humano, ya sea por motivos profesionales como por intereses meramente lúdicos.
Este interés persiste en el tiempo a pesar de la gran incógnita que supone el
desconocimiento de los motivos de su creación. Diversas teorías se han
elaborado desde su mismo descubrimiento, algunas con mejor o peor fundamento
científico, pero no llegan a satisfacer plenamente a los que se dedican a su estudio.
Ya anteriormente dediqué una entrada a este tema (Arte paleolítico.Consideraciones para su estudio), ahora voy a ser más práctico y sobre los
datos de una cueva real (Niaux) intentaré replantear el problema de su
interpretación (de la cueva y del arte en general) por medio de la aplicación
de la Arqueología cognitiva, así como ahondar hasta donde podemos llegar con el
mínimo de subjetividad.
Cueva
de Niaux
- Uso y distribución general de la cueva.
Bisonte en trazos negros del Salón negro |
La cueva o gruta de Niaux es famosa por sus pinturas magdalenienses, lo bien conservadas que están y que se pueden visitar directamente, lo que cada vez va siendo más raro por motivos de conservación. Los datos de esta cueva pueden leerse en su reseña de Wikipedia (Gruta de Niaux), por lo que solo reseñaré los datos que presentan alguna relación con el tema a tratar.
Plano Niaux |
Destaca que no se hayan encontrado restos de
ocupación humana, ni en la entrada (lo más frecuente) ni del resto de la
cavidad. Sin embargo las representaciones gráficas se reparten irregularmente
por determinados lugares de la cueva, muy lejos de la entrada. El famoso Salón
negro está situado a 800 metros de la entrada, lo que indica la intención de
sus creadores de buscar un lugar de la cueva adecuado para sus fines y lejos
del mundo exterior.
- Representaciones gráficas.
Se han datado en unos
13.000 años, estando realizadas principalmente con trazos negros realizados sobre
todo con una materia negra (carbón vegetal o dióxido de manganeso), más raras
son las realizadas con un material rojo
(hematita molida). Representan a los grandes mamíferos de la fauna
prehistórica de la región, como bisontes, caballo, ciervos y cabras montesas.
Sala negra de Niaux |
La sala principal,
que agrupa las representaciones de animales más espectaculares, se llama el Salón
negro. Es una gran sala de alta bóveda y una acústica
especial, siendo un lugar muy apropiado para la realización de actos sociales de
variada y desconocida etiología. La gruta también
tiene signos tales como puntos o líneas de color rojo y negro, ya sean aislados
sobre las paredes, o asociados con representaciones de animales. El bestiario
representado comprende principalmente bisontes (54), caballos (29), caprinos
(15), así como los ciervos e incluso pescados.
Caballo del Salón negro |
Panel de signos a 600 de la entrada |
Panel con caballo y bisontes sobre los que hay unos signos (¿flechas?). Se aprecia la superposición de temas |
Cabra del Salón negro |
Comadreja en la Galerie Clastres |
La presencia de un trazo que esboza una comadreja merece señalarse ya que este animal raramente es representado en el arte parietal magdaleniense.
No se han encontrado teriomorfos (figuras mitad humanas y mitad bestias). Existe una figura de muy difícil explicación, que tendría alguna posibilidad de serlo, pero su estado y representación solo ofrecen muchas dudas, por lo que ha sido descartado por muchos autores. Los animales representados no son los que más fueron cazados para comer. Se eligieron por causas aún desconocidas, pero existió una conexión profunda, duradera (todo el paleolítico superior) y fiel con ellos.
Interpretación del arte paleolítico de Niaux
En esta cueva, como en todas las demás en las que se han
encontrado manifestaciones gráficas de todo tipo (esculturas, pinturas y grabados),
se han realizados numerosos estudios sobre la significación de las mismas en
las sociedades paleolíticas. Siempre se han realizado con las premisas que la
ciencia arqueológica permite, omitiendo los aspectos antropológicos que darían
una visión más completa del problema. Hay que destacar dos grandes problemas:
- La subjetividad en las
interpretaciones. El llamado “arte paleolítico” constituye uno de los
mayores retos que la Arqueología moderna debe afrontar. Todo intento de
análisis debe pasar inexorablemente por un proceso de racionalización del tema
a estudiar. En este sentido, los datos utilizados, los métodos de estudio, los
fines perseguidos y las conclusiones obtenidas, constituyen los apartados que
deben configurar en cualquier trabajo. En el Paleolítico los medios son los
datos arqueológicos, que estudiados e interpretados mediante el uso de cierta
metodología arqueológica, nos posibilitan realizar conclusiones sobre los fines
que perseguimos, los cuales no pueden ser otros que la comprensión del origen y
desarrollo de la conducta humana en ese periodo. Sin embargo, por las
características propias de la Arqueología, muchas de estas conclusiones
presentan un nivel de certeza muy bajo, tanto que la objetividad del trabajo
queda en entredicho. Puede ser práctico que en los estudios sobre el “arte
paleolítico” se intente racionalizar las propias conclusiones,
para indicar el aparente grado de certeza que pueden presentar, con el fin de
disminuir o concretar en lo posible la aparente subjetividad que las
conclusiones puedan aparentar.
- La omisión de las
características cognitivas de sus creadores. La base
del estudio del “arte paleolítico” debe realizarse por medio de una metodología
de análisis interdisciplinar, definida como modelo psicobiológico, dentro de una teoría general
interpretativa, el estructuralismo funcional (Rivera, 2009; Rivera y Menéndez,
2011). Esta base interdisciplinar creo que tiene los suficientes criterios
científicos como para poder fundamentar sus conclusiones de manera más fiable y
adecuada.
Partimos de un hecho ampliamente consensuado por la
comunidad científica relacionada con los estudios prehistóricos, es decir, que
es imposible poder llegar a tener una certeza absoluta en las conclusiones que
podamos realizar sobre cualquier tema de la prehistoria. Más aún, sobre el “arte
paleolítico” parece que las dificultades aumentan y nuestras conclusiones
parecen más opiniones que deducciones científicas. ¿Cómo podemos racionalizar la aplicación de este
modelo al análisis de las manifestaciones gráficas que sabemos que constituyen
una manifestación simbólica, pero que es muy difícil de valorar su significado?
Una posibilidad sería por medio de un estudio analítico de las conclusiones que
podamos realizar en relación con un posible grado de certeza.
Realizaremos un breve esquema con las pinturas de la cueva de Niaux (pinturas y
grabados localizados en el interior de la cueva y sin restos de hábitat.
A – Su producción es el exponente de una conducta
gráfica de carácter simbólico. Certeza muy alta en su definición
de conducta simbólica. Criterio fundamentado en el modelo psicobiológico que rige la
conducta humana y su interpretación por medio del estructuralismo funcional.
B – Representa una conducta simbólica de
naturaleza que podríamos llamar onírica
paleolítica (espiritual por inmaterial en un contexto más moderno),
debido a la ubicación de la muestra en el yacimiento y de las características del
tema a estudiar. Las pinturas rupestres realizadas en lugares aislados y
profundos de la cueva, alejadas del hábitat o sin él, representan una conducta
relacionada con la interpretación autoconsciente de los estados alterados de
conciencia (sueños, delirios, efectos de drogas, etc.). El inicio del “arte
paleolítico” en el Auriñaciense coincide con el desarrollo con características
modernas de la autoconciencia, la cual afronta a sus poseedores, de forma
diferente, con todas las realidades de la vida cotidiana. Las sensaciones
oníricas se hacen conscientes y hay que explicarlas (Rivera y Menéndez,
2011). Puede atribuirse a estas conclusiones una Certeza alta en base a
los mismos criterios que la anterior entrada (modelo psicobiológico y
estructuralismo funcional). Otros datos que avalan tal relación son de tipo
arqueológico: Su propia relación directa en numerosas manifestaciones gráficas;
su temprana creación e introducción al interior de las cuevas (desde el
Auriñaciense), muchas veces en paralelo con las demás representaciones
artísticas.
C - Conducta relacionada con la aceptación de un
mundo onírico paleolítico, desconocido
para nosotros pero aceptado por la sociedad paleolítica. Sería un mundo
relacionado con los animales que se representan y los seres humanos, aunque de
naturaleza desconocida. Tendría una Certeza media, pero el estudio de una sola cueva nos impide profundizar en este
tema, siendo necesarios análisis mucho más generales y con más datos a tener en
cuenta (teriántropos, inicio y desaparición de esta práctica, relaciones
estadísticas con el hábitat, etc.).
D
– Conductas concretas de expresión o relación. En el caso de las manifestaciones
graficas podría ser formas de interacción social con el mundo onírico
paleolítico, naturalmente dirigida por un mediador paleolítico (teriántropo,
ausente en este caso). Certeza baja o simple hipótesis. Estipular
el tipo y forma concreta de relación entre los dos mundos.
Escena del pozo de Lascaux con teriántropo |
Conclusiones
Los datos de una sola cavidad (Niaux) solo pueden
ser indicadores de las características generales de las pinturas paleolíticas.
Las conclusiones, con independencia del grado de certeza que se logre, deben de
realizarse mediante estudios globales, los cuales, al aportan muchos más datos,
nos facilitan la tarea de su complejo análisis.
- No todas las representaciones gráficas tienen el
mismo significado. Su relación con el hábitat puede ser un dato muy
significativo.
- Existencia y significación de los teriántropos.
- Inicio y desaparición del “arte paleolítico”.
Relación con el bestiario representado.
- Planteamiento del problema dentro del contexto
cognitivo humano. El inicio del Paleolítico superior coincide con el desarrollo
de la autoconciencia en niveles que podríamos llamar como modernos (conciencia
de uno mismo en el tiempo y en el espacio).
- El dato anterior limita mucho las posibilidades,
pues los niveles de autoconciencia, aunque considerados como modernos, fueron
muy diferentes a los nuestros en la actualidad. No se pueden extrapolar
conductas, ideas o conceptos actuales a aquellas fechas y poblaciones. El
desarrollo cognitivo es una constante que se mantiene y se transmite por medio
del lenguaje, y este lleva desarrollándose solamente unos 2,5 millones de años,
y con características modernas unos 40.000 años.
- Todas las conductas relacionadas con el “arte
paleolítico” comenzaron con el inicio del Auriñaciense.
- Los conocimientos solo pueden adquirirse del
medio ambiente en el que se vive. El cerebro solo es un procesador (racional y
emocional) de los datos que adquiere. La existencia de “otro mundo” diferente
al que se vive, solo puede adquirirse de las sensaciones y experiencias que
producen los estados de conciencia alterados. Podemos conocer el inicio del
proceso, pero no su desarrollo práctico y social.
Un breve estudio en este sentido lo realizaré en una próxima entrada, aunque su complejidad puede demorarlo un poco.
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