Teriántropo de Chauvet |
Los teriántropos o teriomorfos son figuras pintadas, grabadas o
esculturas que representan a un ser con parte humana y parte animal. El
término proviene del idioma griego terrino (Θηριον), significando
“animal salvaje” o “bestia”, y anthrōpos (ανθρωπος), que significa
“hombre”·.Tal combinación se ha visto utilizada en numerosas comunidades humanas
desde el paleolítico, lo que no quiere decir que su significado sea homogéneo
en el tiempo y en el espacio. Estas figuras, mezcla de humanos y bestias, se han
producido en todos los periodos de la historia humana, pero su inicio e
inmediato desarrollo tuvo lugar con el comienzo del Paleolítico superior en
Europa, dentro del desarrollo del arte paleolítico. En comparación con las
numerosas figuras zoomorfas y signos que se conocen no son demasiados
numerosos, pero constituyen un elemento clave en la interpretación del
significado del arte paleolítico situado en el interior de las cavidades.
Tras la definición aparentemente precisa (parte humana y parte animal) y fácil de
entender y visualizar, existen diversas dificultades en su
identificación. Primero, en su
separación con los antropomorfos (figuras humanas no bestializadas) que muchas
veces fueron realizados con un acabado gráfico de muy poca definición o con una
iconografía extraña y/o aberrante, siendo muy difícil distinguir si se trata de
una cabeza de animal o humana con formas parecidas. Segundo, hay que considerar diversos casos que nos pueden llevar a
la confusión sobre la presencia real y práctica de teriomorfos, es decir, a
figuras que puedan tener las mismas o parecidas funciones pero no ser
teriántropos en el estricto sentido gráfico. Me refiero a los antropomorfos poco o nada bestializados en el
interior de las cuevas; o partes del cuerpo humano igualmente aisladas en el
interior de las cavernas (manos, caras o máscaras). Tercero, a la existencia de signos de complejo significado
(esquematización de la figura humana total o parcial, o del propio teriomorfo).
Características generales
Ante los inconvenientes
identificativos relatados en el párrafo anterior he realizado un breve esquema
de las características que deben de reunir estas imágenes o estatuillas para
ser consideradas como teriántropos paleolíticos.
- De la mezcla humano-bestia
parece que el proceso siempre es en una dirección, es decir, el humano se
bestializa y no al revés. Lo más característico es que la figura represente un
humano con una cobertura superior (cabeza y a veces torso) de un animal
determinado. No se ven animales con cabeza y/o torso humanos, como con
posterioridad se aprecia en numerosas culturas históricas.
- En muchas figuras consideradas
como teriántropos se tiene especial cuidado en representar claramente el animal
que acompañará a la parte humana. De no ser así habría que comprobar la
existencia de signos claros de animalidad (cuernos, pico de pájaro, lengua no
humana, colas, garras, pezuñas, etc.). Si faltasen estas muestras gráficas, la
sola deformación inespecífica de la cabeza no se podría considerar como base de
un teriántropo. La identificación del animal al que están asociados
no siempre es fácil, aunque la mayoría son bisontes o uros, reconociéndose por
los cuernos y el rabo en algunos, también hay de pájaros, ciervos y carnívoros.
Algunas veces vemos combinaciones
dudosas, como es el caso de que la figura del animal predomine en el gráfico,
pero el bipedismo de aspecto humano (estar de pié) puede ser una prueba de que
son mezcla de humanos y animales, siendo en algunos casos el único rasgo que
podría indicar la existencia de un teriántropo. Sería el caso de Pech-Merle.
- Muchas veces están formando
escenas con numerosos animales, ya sea de forma muy directa o colocándose
estratégicamente de forma más o menos aislada, pero rodeados de numerosos
animales. Así, no es raro que se muestren varios teriántropos juntos en una misma
escena, como son los casos de Tito
Bustillo, de La Peña de Candamo, Les Combarelles, Altamira y Les Trois-Fréres.
Aunque raro, si pueden verse varios antropomorfos más o menos deformes y un
teriántropo, como es el caso de Los
Casares.
- En algunas de su
representaciones se aprecia que el animal que es elegido para su transformación
se representa en sus útiles (p. e. Lascoux).
Parece indicar que los objetos personales de estos personajes podrían estar
marcados con el animal elegido, como señal de su significación social y/o
espiritual.
- Los
teriántropos en soportes mobiliares pueden tener un significado especial por su
movilidad. Se pueden agrupar al significado de las manifestaciones parietales,
o por lo contrario tener un significado propio. Su menor número puede querer
decir algo, así como el soporte sobre el que se ha realizado. No parece igual
la finalidad del teriántropo de Hohlenstein-Stadel realizado únicamente
para ese fin (misma función que una pintura o grabado), que la que pueda tener
la Venus de las Caldas realizada en un posible útil (¿propulsor?), y ser
utilizado exclusivamente por el mediador paleolítico como signo de
diferenciación social.
- Muchos de estos teriántropos
muestran aspectos sexuales marcados. Ya sea un explicito dibujo o grabado en el
sexo femenino, que podemos ver en la cueva de Chauvet y en la de
Tito Bustillo, o una mayor
representación del sexo masculino con excitación sexual, apreciable en La Peña de Candamo, Lascaux,
Mas-d´Azil, Altamira y Les Trois Fréres.
Tanto es así que se ha creado una denominación precisa para tal situación: Antropomorfo
itifálicos o con su sexo eréctil, lo que nos hace añadir una nueva cuestión
sobre su significado: ¿Representa una estimulación sexual y/o una simple
indicación del género? En el siguiente cuadro se exponen los teriántropos
sobre los que hay pocas dudas de su existencia como tales.
En el siguiente cuadro indico brevemente algunos
ejemplos de antropomorfos sobre los que hay dudas de que sean o no teriomorfos.
De igual forma añado imágenes que podrían tener la misma función que los
teriántropos, sin ser gráficamente verdaderos teriomorfos.
Interpretación
simbólica
Pocos estudios se han centrado en este tipo de
imágenes paleolíticas, y su interpretación ha quedado reducida al contexto
general del arte paleolítico. Parece claro que los posibles simbolismos del
arte paleolítico estén muy relacionados con la producción de estas figuras,
pero no todas las manifestaciones gráficas tienen por qué tener el mismo
significado ni todos los teriántropos representar conductas simbólicas iguales.
Los 30.000 años del Paleolítico superior ofrecen variaciones de diverso tipo
que indican cierta variedad en este tipo de simbolismo. Ya en otra entrada
expuse los problemas y posibles soluciones que pueden aplicarse al estudio del
arte paleolítico (Arte paleolítico. Consideraciones sobre su estudio).
Uno de los
principales problemas que el estudio de los teriántropos ha tenido, es la falta
de un método que estudio la cognición humana en su desarrollo simbólico. Todas
las interpretaciones que se han dado han sido ideas más o menos subjetivas,
pues les falta cualquier tipo de fundamento científico, o la simple comparación
etnográfica con los chamanes que vemos
en diversos pueblas de desarrollo parecido al de la prehistoria. La misma
representación gráfica que comunmente se realiza de estas figuras se presta a
cierto engaño, pues pretendiendo resaltar la figura gráfica (la gran
preocupación de los estudios del arte paleolítico) se olvidan de la importancia
del contexto, que cambia mucho su posible significado. El siguiente cuadro nos
pone el ejemplo de uno de los teriántropos mas conocidos de Les trois-Fréres.
El contexto es fundamental para el estudio de estas figuras y
del arte paleolítico en general. Así, es
necesario analizar cada figura dentro de su contexto temporal y geográfico,
comparando sus características gráficas y asociaciones dentro de la cueva, para
intentar sacar conclusiones fundamentadas en los datos arqueológicos, y no de
comparaciones etnográficas de gran subjetivismo. Veremos el
caso de los teriántropos del Auriñaciense, los cuales destacan en la actualidad
por estar bien datados cronologicamente y corresponder con el comienzo del arte
paleolítico. Se hace en el siguiente cuadro un breve resumen de todas estas
características.
Utilizamos el fundamento que nos ofrece el Estructuralismo
funcional en su explicación del desarrollo cognitivo (Mecanismos deevolución cognitiva) para explicar el contexto cognitivo que tuvieron los
humanos del inicio del Paleolítico superior, es decir, con la emergencia
de la autoconciencia en el inicio de este periodo. Se produce en
diversos y distantes lugares de la amplia geografía europea, pero nunca se ha
planteado el problema de las condiciones que lo generaron y de que pudieron ser
varios los lugares que gestaron tal manifestación artística y simbólica.
Existe la posibilidad de que se dieran varios
focos, más o menos contemporáneos, de inicio del arte paleolítico, que con
posterioridad se fueron influenciando, mezclándose y desapareciendo en la
amplia unidad del Magdaleniense. Nos basamos en el diferente desarrollo inicial
que presentan los yacimientos con teriántropos del Auriñaciense. Son varias las
características que pueden inducir a este concepto:
- Existencia de teriántropos desde los primeros
momentos (Figs. 1-6).
- La presencia de manifestaciones gráficas en los
lugares de hábitat y dentro de las cavidades, ya dentro del Auriñaciense,
aunque en desigual proporción y distribución. Su simbolismo no tiene porqué ser
el mismo.
- Inicios con soportes, bestialización, ubicación,
asociaciones, forma gráfica diferentes.
Veremos las fechas y distribución geográfica:
* Suabia: Hohlenstein-Stadel 32 Ky. Hohle Fels 35 Ky, Venus
de Hohle Fels también con 35 Ky. tratzing. Venus de Galgenberg.
32000 BP.
* Cueva Fumane. 35.640 ± 220 y 35.180 ± 220 BP
(41.000 BP cal GISP2).
* Cueva de Chauvet
32/30 Ky
* Cueva de Tito
Bustillo 33 Ky. 32.990 ±450 BP
Conociendo las grandes dificultades que siempre han
planteado las dataciones de este periodo, creo que lo más ecuánime es suponer
que todas son similares en antigüedad, siendo muy arriesgado dar prioridad
cronológica a cualquiera de estas yacimientos en función de su datación. Vemos que existen importantes diferencias entre tres lugares, lo que puede suponer la existencia de tres focos diferenciados, cuya evolución temporal y geográfica es igualmente muy diferente. Serían:
- Suabia y Chauvet
- Fumane.
- Tito Bustillo. No obstante determinadas figuras
situadas en el panel principal (caballos y ciervas) podrían apuntar hacía una
evolución desde modelos muy arcaicos (preeminencia de la figura humana, manos,
fauna arcaica felinos, megaceros,etc.).
Conclusiones
Esto sería simplemente un ejemplo de como puede realizarse el estudio de los teriántropos, intentando vencer sus grandes inconvenientes y usando solamente los datos cognitivos que nos ofrece la Arqueología cognitiva y los que el registro arqueológico tiene asumidos. Naturalmente, si se produjeran nuevos descubrimientos, es posible que sea necesario retornar las conclusiones, que deberían de ser concordantes con esas nuevas informaciones, pero mientras tanto es mejor seguir este camino que lo ofrecido hasta ahora por medio de los trabajos tradicionales.
Gracias por compartir sus conocimientos. Soy estudiante de arte plástica, y estoy de acuerdo en desenfocar las diciplinas para una mejor apreciación y aprendizaje. Se cree muchas veces que sólo el consciente es creador de expresiones culturales, generalizando todo para una fácil comprensión y desechando otros medios de conocimiento.
ResponderEliminarGracias por compartir sus conocimientos. Soy estudiante de arte plástica, y estoy de acuerdo en desenfocar las diciplinas para una mejor apreciación y aprendizaje. Se cree muchas veces que sólo el consciente es creador de expresiones culturales, generalizando todo para una fácil comprensión y desechando otros medios de conocimiento.
ResponderEliminarHola, gracias por compartir tu información, me ha gustado mucho tu blog. Soy estudiante de Arqueologia y recién estoy comenzando me ha estado dando vuelta en la cabeza hace rato lo de la arqueología cognitiva ¿ hay algun libro que recomiendes para introducirme en esta rama? hasta ahora he leido solo cosas aisladas de Flannery en esta área. Muchas gracias
ResponderEliminarRealmente la Arqueología cognitiva tiene muy poco desarrollo, solo en el mundo anglosajón es donde más se ha desarrollado. La causa es la imprescindible necesidad de tratarla dentro de un adecuada interdisciplinariedad, pero el uso de diversas ciencias ajenas entre sí hace que sea difícil su desarrollo.
ResponderEliminarUn artículo mio publicado en la Revista Portuguesa de Arqueología (https://www.academia.edu/5880796/Teor%C3%ADas_y_m%C3%A9todos_de_la_arqueolog%C3%ADa_cognitiva._Revista_portuguesa_de_arqueolog%C3%ADa) trata sobre las teorías u métodos de la Arqueología cognitiva te podría dar una imagen de su estado actual.
Para mí, en español el mejor libro sería uno mio (Arqueología del lenguaje. La conducta simbólica en el paleolítico). Lo tienes en el lateral del blog.
Espero haberte ayudado.
Saludos
Ángel Rivera
Muy bueno,gracias
ResponderEliminarEl libro de Gustavo Bueno "El animal divino" parece una contribución valiosa para poner en contexto estas figuras dentro de la evolución de la cognición y la religión.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo,este libro junto con el de Alvargonzález son dos buenas lecturas para estos temas. Tanto es así que los tengo como referencias en el trabajo publicado junto a Mario Menéndez (UNED) sobre este tema, siendo el origen de este post
ResponderEliminarRivera, A. y Menéndez, M. (2011). Las conductas simbólicas en el paleolítico. Un intento de comprensión y análisis desde el estructuralismo funcional. Espacio, Tiempo y Forma. Serie I Prehistoria y Arqueología. Nueva época, 4.
https://doi.org/10.5944/etfi.4.2011.10739
Alvargonzález, D. (2005). El problema de la verdad en las religiones del Paleolítico. En Jiménez, F., Peñalver Gómez, P. y Ujaldón Benítez, E. (coords.). Filosofía y cuerpo: debates en torno al pensamiento de Gustavo Bueno. Ediciones Libertarias/Prodhufi. Madrid: 213-243.
http://digibuo.uniovi.es/dspace/bitstream/10651/22920/1/ElCatoblepas-2005-37_DavidAlvargonzalez.pdf
Bueno, G. (1996). El animal divino. Ensayo de una filosofía materialista de la religión. Pentalfa Ed. Oviedo.
http://nodulo.org/ec/2005/n043p10.htm